La corrupción en España es un tema muy grave. El estudio realizado por las universidades y la Comisión Nacional de Mercados y Competencia muestra que la corrupción cuesta 87.000 millones de euros a los españoles al año y que en los últimos cuatro años se ha detenido a 7.140 personas. De los jóvenes se tendría que esperar que tuvieran un carácter progresista y voluntad de acabar con la corrupción. Sin embargo, al parecer no todos pensamos de la misma manera, puesto que muchos excusan la corrupción diciendo que si ellos fueran políticos también robarían. Mientras que, según el ránking de corrupción de la ONG Transparencia Internacional, España es el país que más empeora en este aspecto, los jóvenes no parecen muy dispuestos a mejorarlo.

La corrupción es algo injustificable, no sólo por ser un acto de avaricia insaciable, sino también porque tiene funestas consecuencias para todos los ciudadanos, ya que con todo el dinero robado se alcanzaría una cifra suficiente para recuperar recortes en educación o sanidad. Nosotros somos la generación del futuro y la mayoría queremos cambiar la sociedad, ¿pero cómo hacerlo cuando todavía hay jóvenes dispuestos a excusar la corrupción?