Magnifica despedida de este gran director de escena y escenografo que es Davide Livermore. Una puesta soberbia, clara, imponente. Así fue su despedida de Les Arts. Toda la explicación del periodista sobre los vínculos con el poder de este grande de la escena parece una metáfora para no relatar la obra del escenógrafo. Por otro lado, lejos están Marzá o Girona de ver esta gran ópera de Puccini, simplemente no la entenderían... no es para ellos esta cultura ni Plácido Domingo (ya mostró Girona su desprecio hacia el gran tenor/barítono). No se puede buscar donde no hay.