¿Serías capaz de calcular el número de veces que tocas la pantalla de tu móvil al día? ¿Y cada cuánto actualizas el muro de tu Instagram o Facebook? Seguramente nunca te lo hayas planteado porque es algo tan vital en los tiempos que corren como comer y dormir, pero no sería una tarea fácil. Según un estudio reciente de la compañía Oracle Marketing Cloud, las personas miramos el móvil cada 10 minutos en busca de mensajes, notificaciones o actualizaciones, lo que equivale a más de 150 consultas en un día.

Puede que esta cifra no le parezca excesiva a nadie que haya nacido en la era digital pero, ¿qué otra cosa de tu vida cotidiana repites más de un centenar de veces? Viéndolo desde esta perspectiva, la cosa cambia. De hecho, es tan alarmante que los expertos ya han puesto un término para definir este comportamiento: nomofobia o "no mobile phone phobia". Y es que en los últimos años hemos asistido a una evolución constante de las posibilidades que nos pueden ofrecer los smartphones. Una conexión constante a Internet, redes sociales, trabajo y ocio virtual. Nos auto convencemos de que es una herramienta que nos hace la vida más fácil y que podemos controlar, pero realmente no somos conscientes del poder que ejercen sobre nosotros.

Nuestro mayor miedo como sociedad en el S.XXI es salir de casa sin nuestro teléfono o quedarnos sin datos o WiFi. Tanto es así que solo el hecho de pensar en ello nos genera ansiedad. Muchos creen que podrían vivir sin su móvil, sin embargo, no se atreverían a dar el paso y guardarlo en un cajón por un día. ¿Te has parado a pensar en todas las cosas que podrías hacer si le dedicaras menos tiempo al aparato que llevas en la mano? Empieza con algo sencillo: no utilices el móvil durante las comidas familiares o reuniones con amigos.