A día de hoy el número de conflictos llevados a cabo en el transcurso de competiciones deportivas está aumentando. En 2013, fueron propuestas 1200 sanciones en recintos deportivos, de las cuales fueron materializadas 663. Actualmente estas conductas violentas (insultos racistas, agresiones, muertes, vandalismo) no bajan, sino que son adquiridas por los más pequeños. Como es normal, los adolescentes aprenden de sus referentes, en este caso, los adultos. Si un adolescente ve a su padre insultando a otro jugador del equipo rival, esto es lo que aprenderá el hijo, el resto de padres y al final, el resto del equipo acabará insultando. Es un bucle sin fin que también se aprecia en los grandes estadios y que ya estamos hartos de observar. Basta ya de percibir el deporte como si de una lucha de gladiadores se tratara. ¿Dónde está el juego limpio y respetuoso? Con estas conductas es toda una hazaña salir del campo ileso y toda una aventura entrar en él. Comencemos a percibir el deporte como realmente es, una manera distinta de educar fomentando la actividad física. Natalia Ferri. València.