Era genio y figura, trabajadora, cariñosa y amiga, dedicada a su familia, a la que adoraba... su Jose, su Raquel... los llamaba así por su ascendencia andaluza... Recuerdo la ilusión con la que contó que había logrado comprarse su chalecito.

-Es muy bonito...ya verás...

-Tenemos que hacer una comida en la casa, todos los amigos, los que acostumbramos ir cada mes a comer-

-Seguro que iremos- dije.

Pasó el tiempo y al cabo de tres años de vivir en el chalecito le detectaron un cáncer...de colón...La cosa no fue bien. Pasó varias operaciones, quimio, radio, más operaciones, más quimio, más radio...y poco a poco todo acabó...

Un día me contó que el aire en el chalecito olía muy fuerte y que ella limpiaba un polvo gris de los muebles de la terraza...Pensaba que se había equivocado en irse a vivir a la playa de Almazora...

Me preguntó que si el olor, el polvo en suspensión en el aire y su cáncer estarían relacionados...

Le dije que yo creía que no...

Aunque me dió la sensación de que yo mentía como un bellaco.... Blai Moles. València