Cine, música, pintura... ¿quién puede consagrar su vida al arte en este país? Desgraciadamente, nos toca ver cómo trabajar como artista es una realidad mayoritariamente nula. El arte es vivir, el arte es libertad; nos emociona y nos muestra otra manera de ver las cosas. Y sí, mucho festival, mucho museo, mucho cine, pero a la hora de la verdad, la sociedad solo valora la pieza de arte más famosa mientras tacha de fracasados a los artistas. ¿Qué pasa con nosotros? Los que luchamos por el arte, ¿acaso no merecemos más respeto? ¿Acaso no merecemos que se considere nuestro trabajo tan digno como los demás, o solo cuando tenemos renombre somos gente a la que merece la pena escuchar? ¿Por qué se valora más pasar sentado frente a un miserable ordenador 23 horas al día durante 40 años que hacer algo nuevo, diferente y vivo cada día durante el resto de nuestra vida?

¿Por qué los actores sobreviven como camareros? ¿Por qué los pintores emigran? ¿Por qué los músicos cambian sus instrumentos por alcohol? ¿Por qué conocemos directores de cine americanos y nunca hemos oído hablar de una directora española? Carmen de Rueda. Paterna.