En contra del copago a los mas vulnerables y pensionistas, respondo a las argumentaciones muy poco afortunadas del articulista Sr Gregorio Martín, en su artículo publicado el lunes 14 mayo 2018, y cuyo titular reza como: «Consellera Montón: Demagogia y copago». Tal como el articulista suponía y describe al final del artículo, y sobre su retorcido e inhumano concepto de «copago en la sanidad pública», y del posible objeto de descalificaciones de algunos por dicho motivo, y que entre dichos «algunos» me podría encontrar yo, no le voy a descalificar, solo espero con todo corazón, que ya sea en esta vida o en la del más allá, Ud reciba su merecido ante tamaña falta de empatía por sus semejantes, mucho menos favorecidos que Ud.

Dice que no va a juzgar, pero juzga como «suicida» la actuación de un supuesto jubilado, que por no aportar «un módico esfuerzo personal monetario del copago establecido», pone en riesgo su salud, y eso al articulista se le hace muy difícil de aceptar que por este «ridículo ahorro en su pensión», la Generalitat tenga que liberar del copago a un millón de pensionistas, con todo el déficit y deuda acumulada que tiene.

La Constitución Española (¡si esa norma de convivencia, que mayoritariamente se vulnera, por los que de verdad deberían defenderla!), dice y no como norma fundamental y no recurrible en amparo ante el Tribunal Constitucional (de los 168 artículos de la CE, solo son recurribles en amparo 16 artículos que son del 14 al 29 y el 30,2 ¡menudo engaño de norma de convivencia!), en el artículo 31.1 que todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo a su capacidad económica, mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio.

Y es en ese concepto de igualdad y progresividad, donde falla el sistema supuestamente justo que Ud alude erróneamente, pasando a ser injusto y que la Generalitat y dentro de su ámbito de actuación trata de correguir.

Ud da por sentado que ese jubilado «suicida» cobra lo que Ud cobra, y que supongo no será el salario mínimo interprofesional. También da por sentado que tendrá su piso pagado, tendrá sus ahorrillos ganados a lo largo de su vida profesional, y que seguro todos los años se va de viaje con el Inserso, pero no es capaz de asimilar que ese supuesto jubilado, es suicida por «necesidad personal o familiar» porque de no hacerlo, posiblemente, no podrá pagar la luz, o el gas, o dar de comer a sus hijos o nietos que llevan meses, sino años sin trabajo, y que vuelven a vivir en su casa porque los han desahuciado por no pagar, al quedarse sin trabajo.

Sr Martín, España no va bien, por mucho que lo endulcen los gobernantes de turno y con cifras adulteradas, y manipuladas, y sin rigor económico, traducido al bienestar de la mayoría de españoles.

Sr Martín, no tiene Ud corazón, al igual que no lo tienen ciertos políticos del PP-PSOE que en su momento aprobaron tal abominación moral y de valores humanos, y que la mayoría de votantes en las urnas, nunca pensaron que se atreverían a legislar en su contra.

Sr Martín, la decisión de la Generalitat, para nada es demagoga, lo demagogo es decir que el sistema del copago que Ud defiende es inteligente y solidario, y sin embargo se aplica como impuesto directo (como el IVA) y sin tener en cuenta la verdadera capacidad de pago (no se conocen los gastos de vivienda, manutención, suministros, etc y el tipo de unidad familiar que ampara, solo un nivel de renta, que en los escalones bajos y medios sigue siendo niveles de pobreza y no de riqueza).

Y no solo se abusa ante los pensionistas, (que de una u otra manera aún tienen un ingreso monetario), pues a los desempleados sin prestaciones ni subsidios ¿sabe Ud que existen, y muchísimos?, aún es peor, pues conozco personas vulnerables, con más de 9 años paradas y sin ningún tipo de ingresos, y al ir a la farmacia para recoger medicamentos, porque han caído enfermos, les cargan el 40% del importe, que en ningún caso pueden aportar, porque comen diariamente en la Asociación Valenciana de la Casa de la Caridad.

¿Es también suicida la actuación de ese parado, que no tiene ni para comer, el que tenga que aportar un dinero que no tiene para poder curarse, cuando ello es una obligación del Estado del bienestar, y por cuyo derecho ha estado cotizando toda la vida?.

¿Eso es según Ud, un copago inteligente y solidario?

Mejor debería Ud enfocar, como solución al gasto público desmesurado existente, el cumplimiento de lo que se dice en el art. 31.2, y que nada tiene que ver, con que se siga manteniendo las prebendas con que se asignan nuestros políticos, gobernantes y personal dirigente de toda la Judicatura, empresas publicas subvencionadas por políticos, y actos y obras faraónicas innecesarias, sin olvidarnos de los daños por los desfalcos y corrupciones a todos los niveles, que y que nunca deberían prescribir (como ocurre con las deudas por falta de pago de hipotecas o alquileres por sentencia firme) y un largo etc, que ha dado como resultado una deuda que supera la riqueza del país, y que evidentemente no ha sido infringida ni por los parados, ni por los jubilados, sino porque los anteriores responsables de la actual situación financiera (directa o indirectamente relacionados), que no han asignado y ni siguen asignando asignaciones presupuestarias equitativas de los recursos públicos, no siguiendo antes, ni ahora, que su programación y ejecución, respondan a criterios de eficiencia y economía, tal como se observa que se debe hacer en el mencionado articulado de la CE (31.2), pues de hacerlo, hace años que el déficit público debería ir reduciéndose cada año, y no aumentando, y todo ello con un tipo de interés del dinero negativo, y que no va a durar siempre.