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El Ayuntamiento de Castelló ha iniciado las gestiones administrativas para que las cuatro discotecas se instalen de nuevo este verano en la playa del Gurugú. Las concesiones municipales contemplarán la misma superficie que en los años anteriores: 150 metros cuadrados más otros 100 de hamacas. El Gobierno local se adelanta para "que todo esté a punto en el caso de que la Dirección General de Costas dé finalmente su visto bueno", avanzó ayer a este diario el concejal de Medio Ambiente, Gonzalo Romero.

Sin embargo, el Ejecutivo de Alberto Fabra ha empezado el proceso sin contar con al menos una moratoria del Ministerio de Medio Ambiente, por lo que este paso administrativo se quedará en papel mojado si el Gobierno se niega a validar los chiringuitos de Castelló. La ley de Costas exige una superficie de 20 metros cuadrados para los locales desmontables, y con esta exigua extensión los propietarios han advertido que no podrán abrir.

Según el edil de Medio Ambiente, la Dirección General de Costas está empezando a torcer el brazo "gracias a la presión social", y señaló que el ministerio le ha trasladado que está estudiando la posibilidad de modificar la Ley de Costas en 2011 con el objeto de adaptarla a la nueva realidad social, es decir, para dar cabida legal a las discotecas actuales. El jefe provincial de Costas se reunió ayer en Madrid con responsables del ministerio para abordar la situación de los locales de Castelló, y al acabar eludió informar a los medios de comunicación sobre su contenido. Fue el concejal de Castelló quien reveló la posición del Gobierno en este asunto.

Tres prórrogas y una licitación

A tres de las cuatro discotecas les queda un año de prórroga en en el contrato de concesión municipal, mientras en uno ya ha expirado. A este respecto, el ayuntamiento prevé conceder el año de prórroga en los tres primeros locales e iniciar una nueva licitación en el cuarto, añadió Romero.

Castelló demanda a su vez al ministerio que amplíe la moratoria concedida en las playas valenciano del Pinedo y el Saler al resto de chiringuitos de la Comunitat. Esta medida es básica para que las terrazas de Castelló puedan montarse este año.

El conseller de Gobernación, Serafín Castellano, recordó ayer que el sector turístico en la Comunitat Valenciana representa el 13% del PIB, y que dentro de éste los chiringuitos emplean a 5.000 empleados con un volumen de negocio de más de 500 millones