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La irrupción del ordenador en las aulas ha modificado hábitos y posturas del alumnado. La Conselleria de Educación ha encargado un informe para conocer si se deben remodelar los pupitres haciéndolos más ergonómicos, de tal manera que sean compatibles con los portátiles y estén acordes a las nuevas necesidades escolares ya que el 42 por ciento de los niños menores de once años sufre dolores de espalda, según datos del Instituto de Biomecánica de Valencia.

Una vez encargado por el conseller Alejandro Font de Mora el estudio sobre la supuestos afección en la vista que pueden causar los mini portátiles -y cuyos resultados de que repercuten en la miopía han sido negados por diversas organizaciones oftalmológicas-, el departamento autonómico quiere saber ahora si pueden provocar problemas posturales, en sintonía con lo afirmado hace unos meses por la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, quien rechazó estas pizarras digitales porque aseguraba que podían incidir en los trastornos ergonómicos en los niños. Comentarios que se produjeron en el contexto de la infructuosa negociación del Plan Escuela 2.0 por el cual, y a través de convenios con las comunidades, el Ministerio de Educación financia al cincuenta por ciento las máquinas.

"La Conselleria de Educación tiene interés en contar con los portátiles. No nos negamos a ellos, lo que no hacemos es regalarlos, pero tenemos centros inteligente. De hecho, en la nueva convocatoria del ministerio de este año que ya ha salido, para los que se han aprobado 180 millones de euros, esperamos que se cuente con nosotros" señalaron ayer a Levante-EMV fuentes del departamento.

"Estamos por la labor de llegar al acuerdo" añadieron, aunque matizaron que para que se adopte el ministerio debería ser "más flexible" y aceptar algunas consideraciones de la conselleria como la creación de más centros inteligentes, las aulas móviles o los programas pilotos que ya existen.

En la actualidad, unos 175 institutos de Secundaria de la Comunitat Valenciana dispone de aulas de informática.

La intención, ahora, de este departamento autonómico es saber qué seria mejor para los escolares: colocar una plataforma sobre el pupitre, levantarlo sobre la altura actual o, por el contrario, inclinarlo.

No obstante, cabe recordar que desde hace unos diez años, los centros educativos públicos valencianos han ido adoptando su mobiliario y se ajustan a las normas ergodinámicas establecidas. Los tres tamaños de pupitres y sillas permiten que los alumnos "adopten una postura correcta y reducen la carga que soporta la columna vertebral". Además, mesas de informática, laboratorios, tecnología y taquillas también están adecuados para la correcta posición.