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La Generalitat Valenciana ha iniciado el proceso para cerrar repetidores municipales que reemiten la señal del múltiple de la Corporación Catalana de Radio y Televisión. En Catí, en l'Alt Maestrat, el ayuntamiento ha recibido una carta de la Generalitat por la que se insta al consistorio a clausurar la emisión del repetidor que permitía ver a los vecinos del municipio la señal de TV3, Canal 33, 3/24 y K300.

En la misiva, se daba al ayuntamiento un plazo de cinco días para cerrar el repetidor y clausurarlo. De lo contrario, la multa podría ascender a una cuantía de entre 60.000 y 100.000 euros. La Generalitat daba un plazo de cinco días al municipio a cerrar la instalación. Ante la misiva, el alcalde de Catí, Manuel Puig, del PP, se puso en contacto con la Generalitat para preguntar por el motivo de la sanción. La explicación, según el edil, fue que se debía proceder al cierre del repetidor.

A los cinco días de recibir la carta, tiempo que había dado el Consell para que cumpliera su exigencia, un responsable de la administración autonómica se puso en contacto con el ayuntamiento de Catí para conocer si se había procedido al cierre. El consistorio cumplió diligentemente para no exponerse a la sanción. Así mismo, el técnico de la Generalitat que se puso en contacto con el consistorio, apuntó que "en los próximos días" se desplazarían hasta Catí para comprobar que se habían cortado las emisiones de la televisión catalana.

El alcalde de Catí ha señalado que el municipio instaló los equipos para que la señal de los canales catalanes se viesen en la localidad "atendiendo a la demanda de los vecinos a los que les gusta ver el fútbol o los reportajes que emiten". En la conversación que mantuvo con responsables de la Generalitat el alcalde preguntó si se solucionaría el tema. Por el momento, el primer edil mandó al técnico encargado retirar los equipos que repetían la señal.

Perjuicios en el Maestrat

La situación que ha vivido Catí está perjudicando a masías y a otros municipios del Maestrat que veían la televisión catalana a través de este repetidor. Asimismo, ante la carta sancionadora recibida en Catí, otros consistorios (del PSPV y del PP) que tenían pensado instalar repetidores para que sus vecinos viesen la televisión catalana, se lo han replanteado hasta que se aclaren los asuntos catódico-políticos.

En numerosas localidades del interior de Castelló los ayuntamientos han sido los encargados de difundir la señal de TV3 desde la implantación de la señal del canal catalán. Con la llegada de la TDT estos consistorios están invirtiendo dinero propio para que el canal catalán continúe sintonizándose. Con la TDT se incrementa la oferta de canales de la Corporación Catalana.

En una comunicado, Acció Cultural del País Valencià (ACPV) denunció que Televisión Valenciana impidiera ayer a los espectadores de la Comunitat seguir a través de TV3 el partido de semifinales de la Liga de Campeones entre Barcelona y el Inter de Milán. Según ACPV, TVV alega ser la titular de los derechos de emisión del campeonato europeo en territorio valenciano.

Por otra parte, el ayuntamiento de Morella ha instalado un repetidor para que sus vecinos puedan ver los canales de televisión catalana y los canales que emite Aragón Televisión. El Ayuntamiento de Morella se adhirió al programa Televisión Sin Fronteras. Mientras, en otros puntos de Els Ports, donde la TDT no llega los numerosos residentes en las masías, están optando por instalar antenas parabólicas para estar conectados con todos los canales. En este caso, al recibir la señal del satélite se benefician de la inexistencia de problemas administrativos.

En otros municipios, por su ubicación geográfica, ven los canales de la Corporación Catalana de Radio y Televisión sin necesidad de ningún repetidor instalado en territorio castellonense. En estos casos de nada sirven las trabas administrativas que pone la Generalitat Valenciana.

En el día que se conocía la prohibición de la Generalitat Valenciana el Diari Oficial de la Comunitat publicaba que Retevisión ha alegado que los aerogeneradores situados en los términos de Forcall y Todolella, en el parque eólico de Refoyes, causaba problemas de recepción de televisión a unas sesenta personas.