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El auto judicial llega en un momento delicado para Carlos Fabra, que se encuentra convaleciente en Madrid tras una operación de trasplante de hígado. Su estado de salud le impidió acudir a declarar el pasado 21 de mayo a los juzgados de Nules, donde sí que compareció su mujer, María Amparo Fernández.

Fabra delegó sus poderes en la diputación indefinidamente a mediados del mes de marzo y se marchó a la capital de España para someterse a la intervención quirúrgica. Ahora permanece recluido en casa de sus hijas, desde donde acude periódicamente al hospital para que le practiquen estrictos controles médicos. El mandatario popular podría trasladarse en las próximas semanas a su vivienda de Platgetes para seguir su proceso de recuperación y hay quien dice que su deseo es reincorporarse en otoño si todo sale bien.

El presidente de la diputación lleva dos meses y medio apartado de la escena pública. Sólo rompió su silencio, a través de un comunicado, el pasado 12 de mayo para manifestar su apoyo incondicional a Francisco Camps, después de la decisión del Tribunal Supremo de reabrir la causa de los trajes.

En la Diputación declinaron ayer hacer manifestaciones sobre el auto judicial, que sitúa a Fabra a un paso del banquillo de los acusados. Según señalaron, la institución provincial siempre ha sido respetuosa con las resoluciones judiciales y nunca las ha valorado.

Sin embargo, no hace falta retrotraerse mucho para comprobar que las decisiones de los jueces sí que se comentan cuando son favorables. En febrero, la Audiencia Provincial de Castelló decretó el archivo de la causa abierta contra el presidente de la Diputación por la trama de los cuños falsos, que era una de las ramificaciones del "caso Fabra". El mismo día que se conocía el sobreseimiento, el PP de Castelló celebró su junta directiva provincial, donde el líder popular se dio un baño entre los suyos. Fabra compareció ante los medios respaldado por la cúpula del partido y manifestó sentirse "animado y feliz" tras un "martirio de seis años y pico". Según reveló, recibió la felicitación del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y de los vicesecretarios generales del PP nacional, Ana Mato y Esteban González Pons.

Un "montaje" de Vilar

Respecto a la causa que quedaba pendiente, la que le puede sentar ante un jurado tras el auto judicial conocido ayer, manifestó su confianza en el archivo. "Siempre he tenido el convencimiento de que esto es un montaje personal del señor Vilar y de algunas personas más que estaban interesadas en utilizar a ese individuo en su propio beneficio", manifestó. El juez instructor, en cambio, le imputa los posibles delitos de cohecho, tráfico de influencias y fraude fiscal.

La situación judicial de Fabra complica aún más el panorama en la diputación, donde otro dirigente destacado, el vicepresidente Vicent Aparici, se encuentra pendiente de juicio.