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El efecto de la presión municipal y popular ha movido al presidente del consorcio del Plan Zonal I (Ports-Maestrat) y diputado provincial, Joaquín Puig, a convocar una jornada informativa y de presentación del proyecto (data de mediados de los 90) para pasado mañana, en Benicarló. Una jornada que concluirá con la visita a las obras en marcha, en la Basa, de Cervera. Todo en un clima de preocupación, porque la falta de instalaciones y la saturación del único vertedero autorizado, el de Vilafranca, pendiente del cierre, ha llevado a los 21 municipios a pedir soluciones. Otro problema añadido es el sobrecoste que deben pagar algunos municipios por llevar a Alicante sus basuras.

El consorcio del plan zonal I de residuos convoca la jornada informativa, que presidirá el director general para el Cambio Climático de la Conselleria de Medio Ambiente, Jorge Lamparero, como una forma de intentar atajar el desgaste por las críticas a la mala gestión de la Generalitat en esta materia que ha imposibilitado que se construya ninguna instalación de las previstas por los planes zonales en la provincia, al margen de las de Reciplasa.

La instalación que se construye en la Basa no resuelve la situación, nada más que parcialmente, porque falta determinar dónde se ubicará el vertedero de rechazos. Además, la obra no estará concluida hasta dentro de poco más de año y medio, lo que tampoco contribuye a solventar los problemas de tratamiento de las basuras domésticas de los 49 municipios agrupados en el plan zonal I (Ports-Maestrat). Municipios que se ven obligados a llevar sus residuos fura de la provincia y a subir la tasa por el tratamiento, lo que genera malestar en los vecinos.

Ajena a esta situación, la empresa Teconma-Ecodeco-Azahar sigue adelante con la construcción de la planta de tratamiento medioambiental de Cervera, al tiempo que realiza los movimientos de tierra para acondicionar los accesos a la infraestructura. Así, los representantes de los municipios integrados en el consorcio comprobarán sobre el terreno cómo van las obras.

En paralelo siguen pendientes de resolver las denuncias interpuestas por el Ayuntamiento de Càlig y la Plataforma Anti-Vertedero de la Basa contra el consistorio de Cervera y su aprobación de las expropiaciones de suelo. El concejal de Càlig y representante en el consorcio, Albert Querol, sostiene que con este panorama de falta de soluciones a la gestión de los residuos, la única viable es la del Ayuntamiento de Benicarló que plantea optar por el sistema de Geiserbox, "sistema más ecológico, que precisa una inversión de 10,7 millones y que permitiría tratar 50.000 toneladas de residuos al año". Instalación que se puede ubicar en un polígono industrial, por lo que se avanzaría en el tema de la concesión de autorización.