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Técnicos municipales del Ayuntamiento de Vila-real trabajan en un informe para determinar las causas que motivaron el desplome del voladizo de la casa en la que murieron una mujer de 70 años y su bisnieto de 4, según informaron fuentes del consistorio.

A falta de las conclusiones definitivas, todo apunta a que la estructura se vino abajo por lo que se conoce como una "rotura frágil" o grieta, que provocó la caída del voladizo. En los edificios y casas antiguas, este tipo de desperfectos se puede producir de forma inmediata, y apenas da tiempo a reaccionar. "En cuestión de un instante todo se viene abajo, estamos conmocionados por lo que ha pasado", aseguró ayer Alfredo Sanz, concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Vila-real.

La fractura podría haberse producido por la aluminosis, un deterioro que suele darse en construcciones que datan de finales de los años 60 y principios de los 70, como era la vivienda del número 27 de la calle Cases de Capote. Lola, de 70 años y vecina de Vila-real, jugaba con su biznieto Samuel, de 4 años, en la terraza del maset. En la casa se encontraban también la abuela Selina y otra nieta, que consiguieron salvar la vida en el último momento. Hacia las 18.00 horas, el techo se derrumbó, atrapando a Lola y a Samuel bajo un montón de escombros.

"Habrá que esperar a que finalice el informe. Por el momento sabemos que la casa estaba construida con material forjado pretensado típico de las casas de esa época. En Barcelona se desplomaron algunas hace algunos años", explica el concejal de Urbanismo.

Los técnicos tratan de averiguar en qué medida ha podido influir la humedad de la zona en el cemento aluminoso de la estructura. "No debemos generar alarma social con este tipo de cemento, lo que se recomienda es preservarlo y vigilarlo", añade Sanz.

Según el responsable del Ayuntamiento de Vila-real, el consistorio ha realizado en los últimos 10 años entre 400 y 500 inspecciones de inmuebles construidos con este material, y ninguna de ellas ha revelado "una patología incipiente" que amenaza con la ruina. "Hacemos inspecciones siempre que nos las solicitan. En este caso no teníamos constancia de que hubiera ninguna denuncia", añade.

"Hay que decirle a la gente que debe estar tranquila, porque las grietas y fisuras que pueden ir apareciendo se acaban viendo. No hay de momento ningún riesgo".

Un familiar de las víctimas, Concepción Pérez, aseguró que el menor fallecido estaba "de vacaciones" en la casa, donde solía pasar con su familia todos los veranos. Concepción señaló que alrededor de las seis de la tarde de ayer los familiares oyeron un ruido, pero cuando llegaron al patio donde jugaba el niño ya no vieron "nada más" y llamaron a la Policía y a Emergencias. Cuando acudieron "ya no se pudo hacer nada", indicó Pérez, quien comentó que la familia "está destrozada". Un vecino, José Ondoño, dijo que la casa es una construcción típica de la zona, "un maset de los más antiguos". "También me podría haber pasado a mí", añadió María Dolores Moreno.