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Más reuniones se han sucedido en torno al consejo del Castellón que goles ha marcado el equipo en los últimos meses. El ritmo en las negociaciones para definir el futuro de la entidad albinegra se ha acelerado en la última semana, a raíz del descenso matemático a Segunda B y de la rueda de prensa posterior de Jesús Jiménez, que oficializó su oferta por los títulos que controla Castellnou.

A raíz de la postulación de Jiménez, el cruce de llamadas telefónicas y de reuniones entre los actores de la gran función se han sucedido con celeridad. El presidente del CD Castellón, José Laparra, quien hasta ahora se había arrogado el apoyo municipal fue conminado por el alcalde Alberto Fabra a resolver cuanto antes el conflicto. Fabra, además, exigió la presencia de Antonio Blasco en la siguiente reunión entre club y consistorio, que se producirá mañana martes.

Por su parte, el abogado valenciano se reunió también con José Manuel García Osuna para negociar la compra de sus acciones, pero éste ha rechazado en principio su proposición, pidiendo más dinero. Los miembros de Castellnou se citaron ayer en Denia a las 13.00 horas, para analizar su futuro en los distintos escenarios, dado que incluso de no seguir adelante el proyecto de Jiménez, mantiene su petición legal de reclamar un puesto en el consejo que le corresponde por el número de acciones que posee, más incluso que el presidente, que las ha cedido casi en su totalidad en un aval por una deuda personal con el también consejero Federico Maldonado.

Cambio de presidente

José Laparra fue ampliamente criticado por la afición el pasado sábado a su llegada al palco del estadio Castalia. Desde el consistorio, en privado, ya se ha sugerido a Blasco, el único que mantiene la confianza del ayuntamiento, que un cambio de presidente sería también importante de cara al lanzamiento del nuevo proyecto albinegro, con independencia del resultado de las negociaciones con Jiménez, hasta ahora el único ajeno a Castellnou que ha mostrado interés público en adquirir acciones.

En esa misma línea, el concejal de Deportes, Vicent Sales, aprovechó la gala anual de la Federación de Peñas para apuntar varias de las indicaciones del ayuntamiento al consejo, como la reducción del coste de los abonos, o la construcción de un ambicioso proyecto deportivo para regresar cuanto antes a la Liga Adelante, del cual no debería encargarse García Osuna. En la misma velada, Laparra recriminó a Sales, indicándole que aquel no era el momento para dichas reivindicaciones.

Pero las instituciones locales no consideran al presidente un interlocutor válido, al considerar que el fracaso en la parcela social del Castellón desacredita tanto a Laparra como el fiasco en la deportiva a Osuna, y exigen la presencia de Blasco el martes para que defina si apoya el modelo continuista o la vía de cambio que ofrece Jiménez.