El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Ricardo Peralta, admitió ayer que, ante el actual "escenario de dificultades", es "lógico" que algunos de los proyectos que el Ejecutivo se ha comprometido a desarrollar en el territorio valenciano se vean afectados de modo temporal. Peralta subrayó que el aplazamiento de las obras no implica "en ningún caso" que el Gobierno vaya a renunciar a ellas.

El delegado defendió que el Ejecutivo ha acreditado su compromiso con la modernización de la Comunitat y de la provincia de Castelló con proyectos estratégicos como el AVE, la A-68, la duplicación de la N-340 o la construcción de la A-7, los cuales, en su opinión, "van a construir un escenario radicalmente distinto de Castelló". No obstante, reconoció que "es verdad que proyectos tan ambiciosos en estos momentos se tienen que ejecutar en un escenario de dificultades y que lógicamente algunos de ellos puedan verse afectados de manera temporal por ese escenario".

Ha relatado que el Ministerio de Fomento lleva a cabo en estos momentos un estudio que determine "en qué medida el importante elenco de infraestructuras que está ejecutando en todo el Estado" se puede ver afectado por el recorte presupuestario y qué puede suponer que "en algún caso se dilate más el plazo del previsto inicialmente". Peralta ha añadido que el Gobierno mantiene el "compromiso" no sólo de "no retirar ningún proyecto, sino de ejecutarlos con la mayor celeridad posible".