El Ayuntamiento de Castelló ahorrará en torno a 2 millones de euros en 2010 con el tijeretazo a los salarios de los 28 concejales y 1.400 funcionarios municipales. En un pleno extraordinario, PP y PSPV confirmaron ayer esta rebaja, que oscilará entre un 5 y un 15% en los cargos políticos y un 0,56% y un 7% en los empleados públicos. Aún y así, la crispación volvió a capitalizar la sesión de ayer.

En un ambiente bronco, el vicealcalde de Castelló, Javier Moliner, afirmó que el PP decía sí a los recortes "sin convicción" y culpó de todos los males económicos al Gobierno. El portavoz adjunto socialista, Mario Edo, exigió al PP que ponga fin al "despilfarro" y que reclame los 300 millones que adeuda el Consell a la ciudad, y el edil del Bloc, Enric Nomdedéu, quien se abstuvo en la votación, propuso el despido del concejal no electo, Josep Masip, así como una reducción de los asesores de libre designación.

El ahorro de 2 millones quedó en segundo plano en el debate. También el consenso alcanzado entre las principales fuerzas políticas. Populares y socialistas se atizaron durante el pleno para finalmente aprobar lo mismo: la deducción salarial a los 1.400 empleados públicos de la Administración local, entre los que se incluyen los 20 asesores elegidos a dedo, y a los 28 concejales (uno de ellos no electo), tal como establecen el decreto del Gobierno, en el primer caso, y el acuerdo de la Federación Española de Municipios y Provincias, en el segundo. Sólo se abstuvo el portavoz del Bloc Nacionalista, Enric Nomdedéu, al discrepar del recorte a los empleados públicos promovido por el Gobierno, respecto a su salario base, y la Generalitat Valenciana, a los complementos.

Esta medida se aplicará desde junio a diciembre y el ahorro se destinará a emergencia social, inversiones y reducción de deuda. Los funcionarios verán disminuidas sus retribuciones un 5% de media ( entre un 7% a los titulados universitarios y un 0,56% a los trabajadores con estudios básicos). La consignación correspondiente al personal en el presupuesto municipal ronda los 65 millones. La rebaja salarial afectará a la partida de los últimos siete meses del año (37, 9 millones de euros), con lo que en este capítulo el ayuntamiento gastará 1,8 millones de euros menos de lo presupuestado.

Por su parte, la reducción de entre un 5% y un 15% a los concejales supondrá 150.000 euros de ahorro. El alcalde, Alberto Fabra, se aplicará un recorte de un 15% y su sueldo anual bruto pasará de los 87.420 a los 74.307 euros. La nómina de los dos tenientes de alcalde con dedicación exclusiva, Marisa Ribes y Miquel Soler, se reducirá un 10%, la del vicealcalde, Javier Moliner, un 9%; la de los tenientes de alcalde Carmen Amorós, Joaquín Torres, Juan José Pérez Macián, un 8%; la de la teniente de alcalde Marta Gallén, y la del edil y diputado provincial Miguel Ángel Mulet, un 6%; y la del resto de ediles del PP (excepto Carlos Fabra que cobra por asistencia al pleno) y la de los portavoces del PSPV y Bloc, un 6%. Por último, el salario de los 11 concejales socialistas restantes caerá un 5%.

A pesar del acuerdo, Moliner y Edo protagonizaron un agrio debate. El portavoz socialista exigió al PP que acabe con "el despilfarro" y saco a colación el caso Fabra, mientras Moliner cargó contra el Gobierno y advirtió a Edo que no iba entrar a "luchar en el fango".