La directora general de Empresas Agroalimentarias y Desarrollo del Medio Rural de la Generalitat, Amparo Montoro, junto a una delegación de pescadores de la provincia de Castelló, se reunió ayer en Madrid con el director general de Recursos Pesqueros y Acuicultura del Ministerio de Medio Ambiente, Alejandro Polanco. En el encuentro se abordó el problema que tiene la flota de cerco de la provincia tras la decisión del Gobierno de ampliar a 50 metros la profundidad de las aguas en las que pueden faenar.

El presidente de la Federación Provincial de Pescadores, Salvador Orero, explicó que algunas embarcaciones castellonenses han recibido sanciones por no respetar los nuevos límites. Hasta que entraron en vigor, la profundidad mínima era de 35 metros y se ha ampliado en otros 15 metros.

Según Salvador, faenar a una profundidad mínima de 50 metros implica problemas para la flota de cerco. Obliga a los pescadores a alejarse mucho de la costa y, en determinadas épocas del año es inviable por las condiciones de la mar. "Por ejemplo, pasar de 35 a 50 metros en Peñíscola supone adentrarse cinco millas, algo inviable en los meses de marzo, abril y mayo", explicó el representante de los pescadores. Por otra parte, según afirmó, a más profundidad, las capturas son más escasas. De ahí que el sector reclame que se vuelva al anterior parámetro.

Zonas de alevinaje

Sin embargo, el Gobierno argumenta que la distancia de 35 metros afectaba a las zonas de alevinaje, de donde se nutren los bancos pesqueros.

La flota de cerco de Castelló, según el presidente de la federación provincial, cuenta en la actualidad con unas cuarenta embarcaciones. Se dedica básicamente a la captura de la sardina y el boquerón y la parad biológica dura dos meses y medio.