El presidente de la Diputación de Castelló, Carlos Fabra, reiteró ayer su inocencia y aseguró que seguirá defendiéndola. Lo hizo a través de un comunicado, el segundo que envía desde que pidió la baja laboral en marzo para someterse a un trasplante de hígado. En el primero defendió la honorabilidad del presidente de la Generalitat, Francisco Camps. Ahora la suya.

Fabra se presentó como una víctima y cargó contra los medios de comunicación y la oposición política. El presidente provincial, imputado por presuntos delitos de cohecho, tráfico de influencias y fraude fiscal, trasladó a la ciudadanía por qué no ha presentado su dimisión. "La respuesta es muy sencilla. Porque soy inocente. Lo era en 2003 y lo sigo siendo hoy. Desde el principio decidí quedarme para pelear por mi honor y el de mi familia demostrando mi inocencia. Y es lo que voy a seguir haciendo", subrayó.

Afirmó que durante los seis años y medio que ha estado imputado, "siempre he respetado y respetaré los tiempos así como las decisiones de la Administración de Justicia, a pesar de que mis adversarios políticos y los medios afines a éstos me han negado derechos fundamentales y principios que nos asisten a todos, como la presunción de inocencia". "Quisiera recordar que he tenido que enfrentarme a un proceso judicial, por el que tuve que soportar un linchamiento público y mediático vergonzoso, que ha sido archivado. Nadie, a día de hoy, me ha pedido disculpas por haberme condenado antes de que se pronunciara la justicia", destacó Fabra, al tiempo que agregó su "absoluta perplejidad al haber llegado incluso a ser acusado de ser el responsable del retraso en la instrucción de mi causa, dilación en la que el único perjudicado he sido yo, en mi condición de cargo público". Cabe recordar que ha sido el juzgado de Nules el que ha imputado al presidente provincial de los presuntos delitos de cohecho, tráfico de influencias y fraude fiscal. Por su parte, la Audiencia Provincial ha archivado la causa sobre la trama de los cuños falsos del Ministerio de Agricultura.

Fabra insistió en la teoría de la persecución y añadió: "Me gustaría decirles a todos los responsables políticos y mediáticos que han suscrito las tesis de una persona que actualmente está cumpliendo 10 años de condena (en referencia a Vicente Vilar), que le toca hablar a la justicia. Se acabó escudarse tras la libertad de prensa para filtrar impunemente informaciones, en su mayor parte falsas, siempre con un mismo objetivo: sembrar toda clase de dudas sobre mi honorabilidad".

Por último, agradeció "a las personas conocidas y desconocidas" que "me han mostrado su apoyo y confianza". "Estoy convencido de que no se arrepentirán de haber creído en mí", dijo. El mandtario popular prevé reincorporarse a su funciones públicas después del verano.