Los efectos de la crisis económica no sólo se reflejan en las estadísticas del INEM. La pérdida de poder adquisitivo tiene consecuencias nefastas en el ámbito familiar, donde los hijos vuelven a ser los que, tal y como se dice vulgarmente, "pagan el pato". El personal de los Servicios Sociales de Onda es consciente que la crisis afecta al sistema familiar y al orden social, y alertan de que las infracciones cometidas por menores se han duplicado en un año, al igual que ocurre con los expedientes de los Servicios Especializados de Atención a la Familia y la Infancia (SEAFI).

Este departamento tramitó 80 casos en 2009 (un 83% por asuntos relacionados con preadolescentes o adolescentes), cuando en 2007, en época de bonanza económica, se contabilizaron la mitad, según datos del área municipal.

La explicación que arguyen los expertos se resume en que lo que ocurre tras las puertas del hogar acaba por salir a calle. "Antes los menores en edad de trabajar que no querían estudiar encontraban empleo rápidamente, y ahora no, por lo que tienen mucho más tiempo libre", explican desde los Servicios Sociales. Además, "cuando las discusiones entre los padres aumentan en casa, y el dinero en esta época se torna en tema habitual, los niños suelen hacer cosas para desviar la atención sobre otros asuntos", y estas cuestiones acaban muchas veces en el retén.

Uno de los indicadores más fiables que relaciona la crisis con la problemática de menores se refleja en el absentismo escolar. Antes de que estallara la burbuja del bienestar los casos que trataban los Servicios Sociales sumaban una docena. Ahora, de los 27 que han llegado al departamento, unos 20 corresponden a familias que requieren ayudas municipales. En este sentido, "uno de los requisitos para otorgar los vales de alimentación del ayuntamiento es que los niños vayan a la escuela, y si no es así, informamos al Tribunal de Menores", ya que si los escolares faltan a las clases es más fácil que cometan delitos.

Cuando el daño ya está hecho

Pero, ¿qué hacer cuando el menor ya ha delinquido o cometido alguna infracción? "El objetivo es reparar", subrayan desde los Servicios Sociales, por eso fomentan un programa de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, Generalitat y Ayuntamiento que permite conmutar las penas e infracciones por servicios a la comunidad. El de los delitos se puso en marcha el pasado mes de noviembre, y desde entonces ya se han adscrito cuatro adolescentes.

La sanción que imponga el juez se podrá conmutar por servicios a la comunidad, "y queremos que esté relacionado con el delito o falta que ha cometido". Pero antes debe haber arrepentimiento por parte del infractor.