Los proyectos de carreteras son los grandes damnificados del ajuste presupuestario del Ministerio de Fomento. El Gobierno mantiene paralizadas desde hace un mes las obras de la N-232 entre Rafalés(Teruel) y el límite de Castelló y deja en el aire la A-68 y la variante de la N-340 de Castelló.

La obra de acondicionamiento de la N-232 es un paso previo a la a la ejecución de la A-68, que unirá Aragón con Vinaròs a través de la 232, por lo que su retraso eternizará en el tiempo la puesta en marcha de la conocida como autovía de Aragón. Y la nueva 232 está cada vez más lejos de ser una realidad por los recortes de Fomento. Las obras del tramo entre Rafalés y el límite de la provincia han sido paralizadas por desavenencias entre la constructora y el ministerio, según admite el alcalde Morella, Ximo Puig. La adjudicataria se hizo con un contrato a la baja y recientemente solicitó un incremento de un 30% del presupuesto, valorado en 60 millones de euros, razón que llevó a Fomento a rescindir el contrato. Puig afirmó que tiene el compromiso del Gobierno de que el proyecto se retomará a finales de año. Por su parte, los otros dos trazados pendientes de la N-232: puerto de Querol y Mas de la Torreta, siguen en tramitación, y, según el senador socialista Joan Baptiste Cardona, su puesta a punto también podría demorarse. En el caso del puerto de Querol, Cardona acusó a la Generalitat de poner trabas con los permisos medio ambientales.

Y estos retrasos hacen peligrar la A-68, cuya tramitación se encuentra todavía en su fase inicial. Fomento anunciaba hace un año que este vial saldría al mar por Vinaròs. Desde entonces pocos avances ha habido, y su futuro es una incógnita por la crisis económica. De hecho, no forma parte de los recortes porque Fomento aún no ha activado esta actuación. Por lo menos, hasta que no acaben las obras de la N-232 no se agilizará la A-68.

N-340

El ajuste inversor ha pegado de lleno en la variante de la N-340 de Castelló. Su construcción podría haber comenzado este año, pero Fomento se vio obligado a suspender la adjudicación al oponerse al trazado aprobado (por el oeste de la AP-7) el equipo de gobierno de Castelló por una supuesta afección al paraje de la Magdalena. El ejecutivo local había dado el visto bueno a dicho tramo en 2003.

El ministro de Fomento, José Blanco, planteó en marzo al alcalde, Alberto Fabra, la posibilidad de liberalizar la AP-7 en Castelló y convocó una reunión de trabajo entre técnicos municipales y del ministerio para consensuar una solución. El primer edil también rechazó la alternativa ofrecida por Blanco. Ahora, el Gobierno ha aparcado las posibles soluciones a la N-340 como la de rescatar la AP-7. "Están abiertas todas las posibilidades", afirmaron desde el ministerio.

El vicealcalde de Castelló, Javier Moliner, lamentó ayer que las infraestructuras estratégicas para Castelló "vuelvan a quedar fuera de los planes del Gobierno". Fomento mantiene su intención, tal como publicó este diario, de ejecutar el AVE de Castelló a través de la financiación público-privada. A finales de año sacará un nuevo contrato de concesión de 25 años, y prevé que el tren de alta velocidad llegue a la provincia en 2014. Este método también se utilizará con el AVE de Palencia-Cantabria.

Moliner criticó que "la bula de Zapatero" solo recaiga en el puerto de Despeñaperros, la autovía del Cantábrico, el puente de Cádiz y la A-2 de Catalunya. "Zapatero se ha limitado a subastar la ampliación de las inversiones entre los que le tienen que aguantar un gobierno que ha desestabilizado a España y que ya está agotado. Su mala gestión se demuestra en las decisiones que toma precisamente en infraestructuras, donde va a priorizar el pago de apoyos políticos al verdadero objetivo de las infraestructuras estratégicas que es generar dinamismo económico y facilitar la movilidad de las personas", señaló el vicealcalde en una nota.

"El anuncio del propio ministro de Fomento, José Blanco de que el AVE a Castellón iba a generar 20.000 puestos de trabajo o la estimación realizada por los organismos oficiales, como que la llegada de turistas se triplica con la implantación del tren de alta velocidad, no tienen ningún valor ni para el presidente del Gobierno ni para el propio ministro", indicó Moliner, quien agregó que "Castelló debe salir a la calle y reivindicar lo que es justo. No es concebible que esta provincia y esta ciudad, que se encuentran situadas en un enclave territorial estratégico, en pleno eje mediterráneo de conexión de Andalucía con Barcelona y con la frontera francesa, sea el que se quede más retrasado y relegado de España".