La crisis económica ha puesto en peligro el desarrollo de las inversiones previstas por el Ayuntamiento de Castelló en 2010. El 73% del presupuesto reservado para las mismas está ligado a la venta de patrimonio municipal, y el equipo de gobierno local no ha logrado vender ni un metro de suelo. De hecho, las dos parcelas que se han subastado hasta ahora han quedado desiertas por falta de comprador.

El Ejecutivo local contempló en las cuentas municipales de 2010 más de 38 millones para inversiones, de los que 28 los subordinó a la transmisión de suelo municipal a pesar del estallido de la burbuja inmobiliaria. Los informes de tesorería, a los que ha tenido acceso Levante de Castelló, constatan que a estas alturas no ha entrado ni un euro a la hacienda local por la venta de suelo. El teniente de alcalde y concejal de Economía, Juan José Pérez Macián, admite que el ayuntamiento ha intentado sacar al mercado dos solares sin éxito. Una parcela tiene 433 metros cuadrados, está ubicada en la calle Cronista Muntaner y consta de un valor de 1,2 millones de euros. La segunda, de 688 metros cuadrados, tiene un precio de 2,9 millones y está situada entre las calles Teodoro Izquierdo, Calderón de la Barca y Alicante. La primera, además, ya se intentó traspasar en 2008 y no halló interesados.

De la enajenación de este patrimonio depende la puesta en marcha de grandes proyectos prometidos para esta legislatura por el alcalde, Alberto Fabra. Por ejemplo, dentro de estos 28 millones hay previstos 8 millones para la compra de la fábrica Dávalos, donde se ha contemplado un centro de ocio juvenil, 1,5 para la segunda fase de la Ciudad del Deporte, 3 para el parque de los Niños, y 610.000 euros para un nuevo centro polifuncional en la antigua sede de Hacienda de Huerto Sogueros, que será compartido con la UJI, entre otras infraestructuras. Y estas dotaciones están cada vez más lejos de ser una realidad en este mandato al carecer de los fondos necesarios. También están paralizadas las viviendas de alquiler para jóvenes, así como las mejoras en el camí la Plana y parque Meridiano.

Los munícipes del PP acaban de poner a la venta una tercera parcela de 1.663 metros cuadradosy 2,9 millones de euros en el plan urbanístico de Censal, y todo hace indicar, vista la situación de la construcción, que este concurso también se quedará desierto.

El concejal socialista Javier Peris recordó que su grupo ya advirtió al PP que "basar las inversiones en la venta de patrimonio en vez de en el ahorro nos hace más pobres". Por su parte, Pérez Macián exigió al Gobierno que apruebe la nueva Ley de Financiación Local.

Los grandes proyectos prometidos por la Generalitat en Castelló capital se han topado de lleno con la crisis y se encuentran en punto muerto. La falta de liquidez de las arcas valencianas los mantiene olvidados en los cajones de los despachos de las consellerias.

El Centre de Convencions, la sede de la VIU o la Ciudad de las Lenguas fueron presentados tiempo atrás, en los días de vino y rosas, a bombo y platillo. Las dos últimas se encomendaron a arquitectos de prestigio como Santiago Calatrava y Frank Ghery, con presupuestos faraónicos. Ahora están en una situación de incertidumbre y su futuro se desconoce. El proyecto de la VIU se encuentra además en la confluencia de un PAI (Mestrets) anulado provisionalmente por los tribunales. Gerhy ha decidido posponer su diseño hasta que se resuelvan los vaivenes judiciales del PAI. El ayuntamiento asegura que la sede universitaria no está ubicada en la zona afectada por las sentencias.

La única infraestructura que al menos tiene una fecha es la Ciudad de las Lenguas, y su inauguración se ha anunciado para 2017, para doce años después de su presentación.

Del Centre de Convencions de Calatrava se desconoce el inicio de sus obras. De hecho, el Consell ignora cuánto costará el proyecto. Las primeras estimaciones cifraban el coste en los cerca de 100 millones de euros.

También se ha visto afectado por la carestía de fondos el Palau de la Festa, aunque su puesta en marcha(para 2011) parece que no corre peligro. El consistorio se ha visto obligado a aprobar unas modificaciones de 3,5 millones de euros para hacer frente a los retrasos del Consell con el Palau.