Rocas y piedras sueltas siguen cayendo de la muela del castillo de Ares, según denuncia el alcalde de la localidad, Francisco Fuentes. Para el primer edil, "la situación es igual que hace 12 años, cuando se puso de relieve la problemática de la caída de restos de la roca". Pero el riesgo es mayor porque en la actualidad residen más vecinos que en aquella fecha debido al avance de la construcción en el entorno de la muela y ésta se ha erosionado. El primer edil reclamará a Diputación y Generalitat un estudio actualizado y exhaustivo de la situación.

Según estas fuentes, los desprendimientos de rocas de grandes dimensiones se repiten con cierta frecuencia. Afortunadamente, cuando se han producido estos derrumbes, principalmente en situaciones de fuertes lluvias, no ha afectado directamente a los tejados de las viviendas, aunque sí han quedado fragmentos de roca a escasos metros de puertas o ventanas de las casas.

Cabe recordar que hace más de una década la Diputación elaboró un informe sobre la situación de la roca, sus grietas y el riesgo que suponían. El texto llegó después de que el entonces alcalde de Ares, Pascual Troncho, denunciase la peligrosidad de esta situación. Han pasado más de 10 años y la fisonomía del entorno de la roca ha cambiado. En estos momentos el Ayuntamiento de Ares está urbanizando Les Voltes del Castell, ha ejecutado un mirador y ha abierto un museo en la antigua cueva. Se trata de una inversión notable, de casi medio millón de euros, que pretende poner en valor uno de los barrios con más atractivo de Ares del Maestrat. Las obras pretenden incentivar entre los vecinos la rehabilitación de antiguas pajeras y viviendas. No obstante, los residentes son reticentes a invertir en un espacio que califican de inseguro. Sólo algunos han llevado a cabo obras para pasar allí los meses de verano, pero no de forma permanente.

Ante la preocupación generalizada de los vecinos, el Ayuntamiento de Ares tiene previsto insistir sobre la problemática ante las administraciones superiores: Diputación de Castelló y Generalitat Valenciana. El objetivo del consistorio del Alt Maestrat es que alguna de estas instituciones encargue y financie un minucioso estudio de la situación de cada una de las piedras, aquellas que están agrietadas, las que presentan un mayor riesgo de desprendimiento y, obviamente, las soluciones a tener en cuenta.

La preocupación se incrementa con la llegada del invierno. El hielo y la lluvia favorecen la erosión de las piedras con el consiguiente riesgo para las viviendas que se encuentran en la base de la muela. La colocación de mallas de sujeción o medidas semejantes de protección son algunas de las posibles soluciones que los vecinos plantean para evitar que, como ya sucediera hace una década, caigan piedras sobre las viviendas e incluso sobre la parte trasera de la iglesia.