En el interior de la provincia de Castelló llovió con mucha intensidad, lo que produjo pequeños desprendimientos de piedras y tierra en las carreteras de montaña de la Tinença de Benifassà y la comarca de Els Ports. No obstante, aunque los conductores debieron circular con precaución, no llegó a cortarse ninguna vía por estas incidencias.

La intensidad de las precipitaciones propició que las ramblas y ríos de la zona viesen incrementado su caudal. De hecho, en Forcall, la confluencia de los ríos Bergantes, Cantavieja y Calders el caudal era considerable.

La lluvia propició que la jornada de ayer fuese aciaga para el turismo, ya que la mayoría de visitantes del interior decidió adelantar el regreso a casa. De hecho, fue un día complicado en la carretera Cv-15 en la conexión de este vial con la autovía Cv-10, a la altura de la Pobla Tornesa. La lluvia dificultó aún más la circulación en algunos tramos.

Castelló ha sido la provincia de la Comunitat Valenciana ha sido la más castigada por la lluvia registrada durante la noche del pasado lunes y a lo largo del martes, hasta primera hora de la tarde, con 53 litros por metro cuadrado en la Pobla de Benifassà, 47 en Catí y 40,5 en Morella y Traiguera.

Así lo han señalado fuentes del Centro Meteorológico de Valencia, quienes han apuntado que las precipitaciones también han sido notables en los municipios castellonenses de La Sénia, con 38 litros por metro cuadrado; Sarratella, con 35 litros por metro cuadrado; y Alcalà de Xivert, con 31 litros.

Para la jornada de hoy todavía existe riesgo importante de fuerte oleaje en Castelló, por lo que la provincia se mantendrán en alerta amarilla, al igual que Valencia y Alicante. por riesgo de lluvias y viento, pudiéndose registrar rachas de hasta 70 kilómetros por hora.