El cambio tranquilo auspiciado por Carlos Fabra y Javier Moliner se percibe en la composición del comité de campaña del PP, que conjuga continuidad y renovación. Los máximos responsables serán el propio Moliner y Carlos Fabra, mientras que el peso de la campaña recaerá en la secretaria general, Marisol Linares.

En las últimas elecciones se había optado por personas con menos peso político para la dirección de la campaña: en las pasadas autonómicas, fue Rubén Ibáñez; y en las generales y europeas, Enrique de Francisco. La elección de Linares elimina posibles suspicacias internas y lecturas en clave de futuro. Nadie cuestiona que la número dos del partido lleve las riendas de la campaña, mientras que otros nombres habrían causado recelos.

De responsable del área de movilización se sitúa el coordinador general, Francisco Martínez, otro de los destacados del núcleo duro de Fabra. Junto a él, los vicesecretario generales del partido y los coordinadores comarcales.

Destaca la irrupción de Miguel Barrachina como responsable del área política. El diputado está llamado a convertirse en uno de los hombres fuertes del partido cuando Javier Moliner asuma la presidencia. Al frente del área jurídica se sitúa Manuel Altava y Vicent Sales coordinará la campaña en la ciudad de Castelló.