La inversión de la Generalitat en Castelló se situará el año viene en el nivel más bajo de la era Camps. El gobierno valenciano prevé destinar en 2011 a la provincia 72,3 millones de euros, lo que supone un caída de casi el 20% respecto a 2010.

Desde que Camps es presidente nunca se había destinado tan poco dinero a la provincia. En los primeros presupuestos de su mandato, los de 2004, habilitó 116 millones para Castelló, que se convirtieron en 137 millones en 2008, cuando se alcanzó el techo inversor. A partir de ese año, el descenso ha sido progresivo. El año que viene, marcado por las elecciones, la inversión se sitúa muy por por debajo de la barrera simbólica de los 100 millones. A pesar de esta caída, la provincia de Castelló es la que sale menos perjudicada de la Comunitat en términos relativos. El recorte es del 19,3%, mientras que en Alicante es del 29,2% y en Valencia se sitúa 51,5%.

Se mire por donde se mire, el presupuesto es regresivo para Castelló. Los recortes en la Conselleria de Infraestructuras son drásticos. No sólo no se programan nuevas actuaciones en la provincia, sino que desaparecen algunas que estaban previstas. En el apartado de carreteras, la principal partida (7,4 millones) se la lleva el nuevo vial entre el aeropuerto y Torreblanca, cuyas obras están a punto de concluir. La conselleria destina 5,3 millones a la CV-18 entre Burriana y Almassora, que ya está inaugurada. La carretera Cabanes-Orpesa desapareció hace un año de los presupuestos de este año y sigue sin haber rastro de ella.

El Tram de Castelló recibe un tijeretazo espectacular. El año pasado se presupuestaron casi 15 millones de euros. Para 2011 hay menos de tres millones, de los que 2,5 son para tramos que están en servicio. La extensión del bus guiado a otras localidades de la provincia no aparece y está a expensas de la financiación público-privada, la misma tantas veces denostada cuando formaba parte del argumentario del Gobierno central para llevar adelante sus infraestructuras en la provincia, caso de la llegada del AVE en el año 2014.

La inversión en infraestructuras hidráulicas se concentra en una sola obra: el encauzamiento del barranco de Fraga.

Sanidad

Los presupuestos de 2011 no aportan grandes novedades respecto a los del pasado año en Sanidad. Cuatro ambulatorios están en marcha en la actualidad y reciben dotación pública: los de Benicarló, Almassora, Hermanos Vilafaña (Castelló) y Burriana. Algunos de ellos llevan presupuestados varios años y tendrían que estar ya acabados. En el resto de centros de salud proyectados aún no se ha puesto ni la primera piedra. Es el caso del de Peñíscola (seis años presupuestado); Vinaròs (más de cuatro años proyectado); Onda (tercer año); y Orpesa (también 3 años). Al hospital de la Vall se asignan 300.000 euros, una cantidad irrisoria frente a los 18 millones de coste total.