El obispo de Segorbe-Castelló, Casimiro López, criticó ayer la instauración de la fiesta de halloween en la provincia. "Pero hay algo que nos debe preocupar", dijo el máximo responsable de la diócesis castellonense. "En los últimos años se está introduciendo y, cada vez con más fuerza, entre nosotros, una celebración anglosajona de origen pagano que va desplazando, al menos en el ánimo de muchos niños y jóvenes, la fiesta de todos los santos. Me refiero a Halloween".

López citó un texto clásico en el que asegura que "muchos cristianos han olvidado el testimonio de los santos y se sienten más atraídos a festejar con brujas y fantasmas".

Para el obispo, este fenómeno es parte de un retorno al "paganismo", que va ocurriendo gradualmente. "Al principio no se percatan de los valores que abandonan ni tampoco entienden el sentido real de los nuevos símbolos. Les parece todo una broma, una diversión inofensiva de la que se intentan lucrar otros. Lo hacen por llenar un vacío, porque los santos ya no interesan y las prácticas paganas y ocultistas ejercen una extraña fascinación".

López asegura que debemos estar "alerta" ante este fenómeno y no perder el "sentido de la fiesta" de difuntos. "Esta fiesta nos invita a compartir el gozo celestial de los santos. No necesitamos ponernos máscaras para la celebrar nuestra alegría; en todo caso, mejor sería vestir a nuestros niños o vestirnos de santos".

"Los santos no son un pequeño número de elegidos, sino una muchedumbre innumerable. En esa muchedumbre no sólo están los santos reconocidos de forma oficial, sino también los bautizados de todas las épocas", dijo.