La Guardia Civil abrió ayer diligencias de investigación para aclarar la muerte de dos cazadores este fin de semana en las localidades castellonenses de Alcudia de Veo y Segorbe y pide la imputación de un homicidio por imprudencia a los dos presuntos autores, dos hombres compañeros de las víctimas que provocaron los fallecimientos, según informaron a Europa Press fuentes de la Benemérita.

Los dos hombres, que fueron detenidos en un principio y puestos en libertad debido a que tienen domicilio conocido y no existe riesgo de fuga, prestaron declaración ante la Guardia Civil, por lo que en las próximas horas pasarán a disposición judicial.

Los hechos se produjeron este domingo en las localidades de Alcudia de Veo y Segorbe, cuando dos cazadores fallecieron a consecuencia de heridas por arma de fuego. En el caso de Alcudia de Veo, el cazador, de 65 años, fue abatido cuando, tras abandonar su puesto, fue confundido con un animal por uno de sus compañeros. En Segorbe, un hombre de 51 años falleció al escaparse un disparo del arma de uno de sus compañeros cuando montaba en un vehículo tras finalizar la jornada de caza, según las mismas fuentes.

La iglesia de la localidad de Chóvar se quedaba ayer pequeña para dar el último adiós y rendir un sentido homenaje a Eduardo Beltrán, trágicamente fallecido durante el accidente del domingo.

El pueblo de Chóvar amaneció ayer sumido en la consternación tras conocer, el pasado domingo la fatal noticia de que su vecino, "muy conocido y querido por todos" perdió la vida tras recibir, dentro de un coche, el impacto de un tiro de la escopeta de su compañero, la cual se disparó de forma accidental y le alcanzó en el cuello.

Y es que muchos son los que ayer recordaban a este vecino, de 51 años de edad y gran aficionado a la caza y a las batidas de jabalíes y que pertenecía a la Sociedad de Caza La Diana Segorbina. Tal como explicaba uno de ellos, "Eduardo era gran aficionado a la caza" y participaba en las batidas que de manera habitual realizan todos los años desde esta federación con el fin de mejorar el ecosistema y evitar los grandes problemas que causan los jabalíes, tanto en carreteras como en tierras de cultivo. Muy afectado por la situación, otro vecino de Chóvar recordaba a Beltrán como un "chico muy querido, y esto supone un palo para todos porque no te lo esperas y llega así de repente, por lo que es complicado".

Los vecinos de Alcudia de Veo también dieron ayer el último adiós a Miguel Molina, el cazador de 65 años que murió el domingo a consecuencia de un disparo que le dio su propio compañero en una batida de jabalís, al parecer, al confundirlo con uno de ellos.

Todo el pueblo estaba conmocionado, y es que tanto la víctima como el cazador que por error disparó le disparo en el estómago estaban estrechamente relacionados con el pueblo de la Serra d'Espadà, de apenas 200 habitantes.

Por ello en la iglesia de Alcudia, alrededor de las 17.30 horas, estaban prácticamente todos los vecinos de la población y mucha gente de pueblos de la zona. Muchos comentaban "la mala pata" de que no llevara chaleco reflectante en ese momento o cómo pudo efectuarse el disparo que sesgó la vida de Miguel Molina.