El alcalde de Vinaròs, Jordi Romeu, confirmó ayer que ha solicitado a la Subdelegación del Gobierno información sobre el proyecto de una empresa italiana que pretende plantar arroz con genes humanos para buscar tratamientos contra la enfermedad de Gaucher.

Romeu manifestó que se enteró por los medios de comunicado del interés de la empresa italiana Transactiva de realizar este tipo de cultivo al aire libre en Vinaròs y subrayó que hasta el ayuntamiento "no ha llegado ningún tipo de notificación; imagino que será una de las tantas solicitudes que se realizan a los organismos".

La empresa Transactiva, emplazada en el Parque Científico y Tecnológico de la Universidad Udine, ha solicitado al Ministerio de Medio Ambiente permiso para cultivar en la capital del Baix Maestrat este tipo de arroz transgénico con el fin de experimentar y extraer enzimas.

El primer edil dijo que esperará a la llegada de información por parte del Ministerio de Medio Ambiente antes de pronunciarse sobre el particular.

Transactiva está especializada en biotecnología y se dedica a la investigación científica en la industria química y farmacéutica, y se dedica entre otros aspectos a la producción de moléculas para tratamientos contra el cáncer y enfermedades genéticas.

Pionero y con mucho riesgo

El responsable de agricultura y alimentación del grupo ecologistas Amigos de la Tierra, David Sánchez, alertó el jueves de los peligros que puede conllevar el cultivo de este tipo de arroz.

Así, dijo que es la primera vez que se experimenta con esta variedad de arroz transgénico al aire libre y "se trata de un experimento que no se ha cultivado en ningún sitio del mundo y tenemos

Respecto a la elección de España, y más concretamente Vinaròs, explicó que España "es mucha más permisiva que Italia en este tipo de experimentos y es una actividad de mucho riesgo".

Sánchez alertó que un arroz modificado con genes humanos "podría contaminar cultivos alimentarios, ya sea por cualquier método".

Además, apuntó que otros cultivos experimentales de arroz "han terminado, y nadie sabe muy bien cómo, contaminando el suministro alimentario". "Hubo un experimento en los EE UU con arroz transgénico en 2000, y en 2006 este arroz que no está autorizado para consumo humano y animal en ningún país del mundo, contaminó la cadena alimentaría apareciendo en supermercados de Europa, Africa o Asía".

Por lo pronto, para que se materialice este experimento es necesario que el Ministerio de Medio Ambiente emita un informe positivo y constate que no hay riesgos.