La diócesis de Segorbe-Castelló se ha quedado sin patrona. En la madrugada de ayer jueves, la talla original de yeso y el relicario de plata de la virgen fueron robados del altar mayor del Santuario de la Cueva Santa ubicado en la localidad palantina de Altura. El robo lo descubrieron ayer, alrededor de las diez de la mañana, el matrimonio encargado del mantenimiento y vigilancia del santuario, punto emblemático de peregrinaje y adoración de la comarca y la provincia. Cuando ambos se disponían a iniciar su jornada laboral, la mujer encargada de abrir las puertas del santuario, se apercibió de que la puerta de forja de acceso al recinto principal estaba abierta.

La sorpresa "ha sido más que desagradable", explicaba ayer la mujer, cuando pudo comprobar, al acceder hasta la cavidad que tanto el relicario como la talla de la advocación mariana habían desaparecido y, con ellos, las dos cajas fuertes que contenían las limosnas de los peregrinos, así como varias luminarias -con el fin de extraer el dinero de recaudación por encender las velas-.

Según ha podido conocer Levante de Castelló, los ladrones habrían horadado parte de la roca de la cueva para extraer las dos cajas de seguridad que contenían el dinero en efectivo de las limosnas donadas por los visitantes. Fuentes de la investigación sospechen que el fin inicial de los ladrones era el de hacerse con dinero en efectivo, ya que junto al santuario, se encuentra la tienda de recuerdos que contiene varios objetos de alto valor (como medallas de oro y plata) que no han sido sustraídos por los cacos.

Para el acceso, los autores del robo -todavía por identificar- tuvieron que forzar hasta tres cerraduras de tres puertas diferentes con el fin poder hacerse con la venerada imagen, patrona de la diócesis castellonense, que tan solo baja de su altar mayor una vez al año con motivo de la adoración de los alturanos a la Cueva Santa.

Se trata de una primera puerta de forja por la que se accede al santuario en general, una segunda que da acceso al recinto santo y la iglesia en sí y un tercer enrejado que protege y separa el altar mayor, de resto del propio lugar de culto. Además, tal como comentaron fuentes municipales, parece ser que también se forzó una cuarta cerradura que da acceso al templo por la parte de detrás.

Policía científica

Según explicó ayer el presidente del patronato de la Cueva Santa y párroco de Altura, Juan Manuel Gallén, los guardeses avisaron rápidamente a "las autoridades locales, así como con el Patronato para hacérnoslo saber y, una vez conocido el suceso, se ha dado parte inmediatamente a la Guardia Civil donde se ha puesto la pertinente denuncia".

Dada la voz de alarma, hasta el lugar se desplazaron ayer tanto los efectivos de la policía local de Altura, como una patrulla de la Benemérita que se encargó de peinar, sin éxito, los alrededores del santuari, una zona de pinar.

Además, un equipo de la policía científica de la Vall d´Uixó se trasladó también al santuario con el fin de buscar huellas, tomar fotos y recoger cualquier vestigio de información que les pueda llevar hasta la resolución del suceso.

"La trascendencia de los hechos ocurridos va mucho más allá del robo que los ladrones han podido acometer, ya que el valor económico de lo sustraído no es equiparable al alto valor sentimental y la gran devoción que la Virgen de la Cueva Santa genera en miles y miles de peregrinos que de todas las partes de la Comunitat Valenciana y de España se desplazan hasta este conocido santuario con el fin de adorar y venerar a la patrona de la Diócesis de Segorbe-Castellón", aseguró Gallén.

Colaboración de los vecinos

El presidente del patronato quiso también trasmitir un mensaje de tranquilidad a la población que "en estos momentos de dolor por el robo de la virgen se está volcando más que nunca". Además el párroco ha agradecido las muestras de solidaridad y ha pedido la colaboración de todos con las autoridades para el esclarecimiento de los hechos con el fin de poder recuperar, lo más rápido posible, a la venerada Virgen de la Cueva Santa. Desde el obispado de la diócesis de Segorbe-Castellón, declinaron hacer declaraciones argumentando que ya había valorado el suceso el presidente del patronato, al cual pertenecen. Sin embargo, hasta el santuario ayer sí se trasladaron el canciller, Tomás Albiol, así como el responsable de la delegación de Patrimonio, David Montoliu.