El ayuntamiento de Segorbe ha dado luz verde para llevar a cabo la exhumación de la fosa común del cementerio en la que descansan los cuatro cuerpos de los republicanos fusilados durante la Guerra Civil. Así lo confirmó el alcalde de la localidad, Rafael Calvo, quien aseguró que ya se cuenta con el consenso de las cuatro familias para efectuar la apertura durante el mes de julio.

Además, el munícipe ha asegurado que no es necesario pasar por la Conselleria de Sanidad para iniciar el proceso, puesto que cuando se trata de trasladar restos en el mismo cementerio el alcalde es autoridad suficiente.

Ahora, según Calvo, solo queda solucionar que los familiares del único cuerpo que descansará en la fosa -el de Bernardino Martínez- "o soliciten la concesión administrativa de la tumba o bien, decidan trasladarlo al osario común municipal".

El edil segorbino ha dejado claro que, con el consenso de las cuatro familias, se tiene la tranquilidad de haber actuado "con arreglo a ley y no estando impasible ante la situación como algunos han querido hacer ver". Es por ello que, aunque no hubiese un acuerdo total, "se habría autorizado igualmente la exhumación".

La próxima semana se pondrá en marcha el proceso por parte del grupo Paleolab, formado por expertos forenses, arqueólogos y especialistas en exhumaciones.

Las tareas comenzarán con la toma de muestras biológicas a los familiares para poder identificar los restos y continuarán con la exhumación arqueológica.

A finales de julio se trasladarán los restos al laboratorio y se tiene previsto que para octubre se tenga el estudio antropológico.

Tras el cotejo de los restos, los cuerpos de los represaliados podrán ser enterrados en sus respectivos municipios.

Fue hace 15 días cuando el nieto de Tomás Maicas y la hija de Cipriano Esteve, presentaron ante el ayuntamiento de Segorbe el informe en el que la dirección territorial de Sanitat de la Generalitat Valenciana autorizaba tanto la exhumación como el traslado de los restos de Maicas y Esteve. Con el apoyo de los familiares de Bernardino Martínez, tan solo los nietos de Vicente Martínez se oponían a que se abriera la fosa, aunque, finalmente, ayer accedieron a ello.

La subvención concedida por el Gobierno central es de 36.803 euros con los que se sufragarán todos los gastos.

Nietos de un fusilado se oponían al proceso

La negativa de familiares de uno de los fusilados hizo que la apertura de la que será la primera fosa común de la provincia de Castelló en abrirse, comenzase a demorarse, a pesar de contar con los permisos necesarios.

Tras ocho reuniones con los nietos de Vicente Martínez -que no aceptaban el proceso- se ha conseguido su visto bueno. La garantía de extraer los restos de su abuelo y el ofrecimiento de enterrarlo junto a sus dos hijas han sido las claves de la negociación que finalmente permite la exhumación.