El Movimiento 11-M invitó ayer a la Plataforma Ciutadana No a la Contaminació de l'Alcora a exponer la situación generada por la decisión de instalar una incineradora de residuos tóxicos en el municipio. Una exposición que se celebró en la plaza de María Agustina, punto de encuentro del colectivo cívico. El portavoz de la plataforma, Antonio Albert, fue el encargado de exponer la situación y responder a las preguntas de los asistentes al acto.

La decisión de la Conselleria de Medio Ambiente de conceder a la empresa alcorense Reyval Ambient de la autorización ambiental integrada (AAI) para poder construir la planta ha revitalizado el movimiento ciudadano de oposición a la instalación, movimiento que se ha extendido a varios municipios de la comarca.

Ayer en la reunión se avanzaron los problemas derivados de esta instalación y de su ubicación en la provincia. Una provincia, recordaron los miembros de la plataforma, que apenas genera el volumen de residuos que tratará la planta. También recordaron los dos millones de euros que el Consell dará a Revyal para tratar residuos sanitarios.

Otro punto giró entorno a otras posibles autorización de incineración en la provincia, sin desvelar los integrantes de la plataforma la posible o posibles ubicaciones de las mismas.