La diputada nacional del PP por Castelló, Andrea Fabra, acusó ayer al movimiento del 15-M de querer acabar con el sistema democrático. La parlamentaria, que se postula para los primeros puestos de la candidatura popular de Castelló en la cita del 20-N, realizó estas declaraciones durante una ponencia que impartió en el hotel Center, en un acto convocado por la Federación de Asociaciones Ciudadanas, Consumidores y Usuarios de Castelló bajo el título "Diálogo entre Administración y Ciudadanía".

Andrea Fabra estuvo arropada por su padre y presidente del PP de Castelló, Carlos Fabra, el presidente de la Diputación Provincial, Javier Moliner, el alcalde de la capital de la Plana, Alfonso Bataller, además de concejales y los diputados provinciales Francisco Martínez y Esther Pallardó. También asistieron el presidente de la patronal provincial, José Roca, y diversos dirigentes del tejido asociativo de la ciudad.

Y en este ambiente preelectoral, la parlamentaria popular ligó el movimiento asociativo con la que probablemente será una de las líneas maestras del programa electoral del PP: "más responsabilidad individual" y "menos y mejor gobierno". Esta iniciativa propone un adelgazamiento del Estado a favor de la sociedad civil, una idea que desde hace décadas barruntan las formaciones conservadores de Europa y que con la crisis económica se han lanzado a su materialización. "El Estado ha concentrado el poder en unos pocos y ha de devolver poder a los ciudadanos", afirmó Fabra, quien afirmó que la "excesiva burocracia y el déficit público" constituyen "el peor obstáculo para el futuro de los españoles". Así, hizo una apelación a la "responsabilidad individual", una propuesta que también liga con la de la "Big Society" que presentó el primer ministro británico, David Cameron, en su campaña electoral, y que básicamente consiste en recortar el poder público.

La diputada, asimismo, lanzó ataques contra el 15-M. Dijo compartir el origen de las protestas, que "sirvieron para agitar conciencias adormecidas y para abrir una reflexión", pero difirió en la deriva posterior del movimiento que, a su juicio, ha acabado por cuestionar "los cimientos democráticos". "No hay otro sistema que no sea el democrático y hay que erradicar todo acto que vulnere las reglas constitucionales", añadió.