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Un estudio de la Fundación Punjab y la Fundación para el Estudio, Prevención y Asistencia a las Drogodependencias (FEPAD) desveló ayer en la Universitat Jaume I que los niños castellonenses comienzan a consumir drogas entre los 12,8 y los 13 años. Para ambas organizaciones, se trata de «uno de los problemas sociales más graves que afronta Castelló y la Comunitat Valenciana en general».

Estos fueron algunos de los preocupantes datos presentados durante la «I Jornada Preventiva Diversidad Cultural en la educación para la Salud», un evento organizado por Punjab y Fepad que reunió a expertos multidisciplinares para analizar la problemática de las drogodependencias en los diferentes grupos culturales.

El estudio presentado por la socióloga de la Jaume I e investigadora de la Fundación Punjab, Ana Giménez, nació con la intención de evaluar el consumo de droga infantil y analizar de forma específica la problemática de los niños de etnia gitana.

Punjab trabaja en prevención con 450 niños castellonenses y 150 de ellos se enmarcan en un proyecto de larga duración en el colegio Serrano Súñer, el cual ha permitido comparar los comportamientos de distintos grupos culturales.

Los resultados indican que, en determinados casos, los niños de etnia gitana tienen un mayor riesgo de consumo precoz. Sin embargo, los estudios también desvelan que el problema no puede simplificarse como una cuestión de etnias y que las diferencias en la edad de inicio del hábito pueden llegar a ser mínimas. De hecho, el promedio en los estudiantes gitanos es de 12,8 años y en el resto de sus compañeros es de 13 años.

La socióloga Ana Giménez hizo hincapié en «la necesidad de interpretar estos datos en un contexto para no reforzar una idea equivocada o un prejuicio sobre la población gitana; dado que es cierto que hay variaciones en algunos supuestos, pero la diferencia real es mínima y el problema es muy grave en la población infantil en general».

Dicho esto, Giménez explicó que, según los estudios, el 13,1% del alumnado gitano se muestra tolerante hacia el consumo de drogas frente al 5,4% del resto del alumnado. En cambio, los datos varían en alumnos con edades de 12 a 16 años. En esta franja de edad, los papeles se invierten y el el 16,9% del alumnado gitano muestra una actitud más tolerante y el resto de estudiantes alcanza el 21,1%.

Según explicó el gerente de FEPAD, José Osuna, este contraste se debe a que «los niños de etnia gitana pueden vivir en una mayor tolerancia hacia el consumo de drogas, y especialmente tabaco y alcohol, en su entorno familiar. Sin embargo, a partir de los 12 años, los niños de todas las familias interaccionan más con el mundo y se ven afectados por una sociedad que está normalizando el consumo de drogas».

Estudios en la etnia gitana

Aún así, resulta significativo que el 27,6% del alumnado gitano de entre 6 y 12 años no percibe ningún riesgo en el consumo de drogas ilegales, frente al 10,8% del resto de alumnado. Es por ello que Punjab y Fepad está trabajando en la prevención del consumo con niños a partir de los 3 años en proyectos como el de Serrano Suñer.