Todos los cigarrillos que se comercializan en Europa desde ayer deben incorporar elementos pasivos que reduzcan la posibilidad de provocar incendios. La opción europea pasa por incorporar dos bandas rugosas de desaceleración confeccionadas con papel de mayor grosor y menos permeabilidad que el papel principal, de modo que al llegar el fuego a estas bandas se autoextingue por falta de oxígeno si el fumador deja de aspirar.

Según las estadísticas del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, casi el 3% de los incendios forestales tienen su origen en una colilla abandonada o arrojada desde vehículos . Solo en 2009 se calcula que unos 300 incendios forestales en España tuvieron su origen en un cigarrillo mal apagado. Ecologistas en Acción considera que el número de incendios forestales originados por esta causa son mayores de los que aparecen en las estadísticas.

Sin embargo, la preocupación europea no persigue atajar únicamente los incendios forestales. Las páginas de sucesos de todo el mundo están llenas de desgraciados accidentes que describen la muerte de cientos de personas cada año víctimas del fuego provocado por un cigarro mal apagado que prende en una cama, un sofá o la ropa de la víctima.

La Comisión Europea asegura que los cigarrillos que se dejan encendidos sin vigilancia son una de las principales causas de incendios mortales en Europa. Según los datos disponibles en los estados miembros, entre 2003 y 2008 los fuegos relacionados con los cigarrillos provocaron una media de 30.000 incendios cada año que dejaron más de 1.000 muertos y unos 4.000 heridos.

Este tipo de incendios se ceba en las personas de mayor edad -dos de cada cinco muertos en estas circunstancias tienen más de 65 años- y mata generalmente cuando las víctimas están durmiendo.

La Comisión Europea estima que con la nueva normativa sobre cigarrillos con "Tendencia Reducida a la Ignición" o TRI se podría hacer que el número de muertes descienda en más de un 40%, tal como ha ocurrido ya en lugares como Finlandia, donde la medida comenzó a aplicarse en 2010 procedente de Estados Unidos, Canadá y Australia.

John Dalli, Comisario de la UE responsable de Salud y Política de Consumidores manifestó ayer que los cigarrillos "seguros" no existen. "Lo más seguro es dejar de fumar. Pero, si alguien decide fumar, , las nuevas normas que van a entrar plenamente en vigor obligarán a las empresas tabacaleras a fabricar únicamente cigarrillos con tendencia reducida a la ignición, lo que puede proteger a cientos de ciudadanos del peligro de incendio".

La normativa es de obligado cumplimiento desde ayer mismo, día en el que el Diario Oficial de la UE debía publicar las nuevas disposiciones de seguridad.