El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Castelló, Miguel Ángel Mulet, apeló al "espíritu de la transición" para justificar en el pleno de ayer el veto del grupo popular a una moción de la oposición que proponía la retirada del callejero municipal de cuatro nombres vinculados con el franquismo, entre otros, Ramón Serrano Súñer, el ex ministro de Exteriores de Franco que fue incorporado a la nomenclatura de Castelló por el exalcalde de la ciudad, José Luis Gimeno.

El PP respaldó inicialmente el lunes en la junta de portavoces la propuesta del PSPV, Bloc y EU, y el miércoles, sólo 48 horas después, cambió de posición alegando que no podía cambiar el nombre de la plaza Ramón Serrano Súñer porque había sido rotulada en la actual etapa democrática. Y en el pleno de ayer, Mulet admitió que los populares han variado su postura al desagradar la retirada de los prebostes franquistas a parte de los vecinos de Castelló. El edil explicó que tras apoyar la moción el lunes algunos ciudadanos llamaron a los populares en contra de la retirada de los símbolos franquistas y pidiendo "respeto al espíritu de la transición".

Y es que la adhesión el lunes del PP a la iniciativa de los grupos de izquierdas parece que levantó ampollas en parte de su electorado, especialmente por la inclusión de Serrano Súñer en la lista de calles franquistas a eliminar, ya que fue el exalcalde José Luis Gimeno, quien guardaba simpatías con el dirigente franquista, el que añadió a Serrano Súñer en el callejero en los primeros años de la década del 2000. Asimismo, el actual consejero delegado de Castelló Cultural asistió al sepelio en 2003 y dedicó una esquela, en nombre del Ayuntamiento de Castelló, al que fuera creador de la División Azul e inductor del asesinato del presidente de la Generalitat de Catalunya, Lluís Companys, entre otros.

Los grupos de izquierdas intentaron en vano convencer a los populares. El Bloc incluso propuso sin éxito que el voto fuera secreto con el objeto de buscar alguna fricción en las filas populares. PSPV, Bloc y Esquerra Unida acusaron al PP de "incumplir la ley de la Memoria Histórica, que exige la retirada de toda simbología franquista. "¿Cuántos años habrán de pasar para que se haga justicia?", subrayó el portavoz adjunto del grupo socialista, Pep Lluís Grau, mientras la regidora de Esquerra Unida, Carmen Carreras, advirtió que llevarán el caso a la vía judicial "si es necesario". "Es mi obligación con las víctimas", abundó Carreras.