La Generalitat Valenciana ha ingresado un total de 75.000 euros al Ayuntamiento de Vila-real de los 2,3 millones de euros que le debe al consistorio por la construcción de la biblioteca situada en la avenida Pío XII y que se inauguró sin libros. Este pago está pendiente desde el año 2009, fecha en la que debían comenzar a saldar su deuda, aunque no han pagado hasta hace unos días.

"Esperemos que detrás de este primer pago, que supone un 3% del total, salden el resto de la deuda. De todas formas, estamos muy contentos del gesto que han tenido y de la relación cordial que hemos establecido", reconoció el alcalde de la localidad, José Benlloch.

Por su parte, la Conselleria de Hacienda se ha comprometido a pagar una parte más alta de la deuda y a renegociar el convenio para llegar a un acuerdo sobre el plan de pago. "Debían haber pagado desde el 2009 hasta este año todo el dinero fraccionado, pero como no lo han hecho, vamos a negociar un nuevo calendario de pagos por anualidades", indicó el primer edil. Y es que Benlloch mantuvo una larga conversación con el conseller de Hacienda, José Ciscar, en la que le explicó la grave situación económica que atraviesa Vila-real y la necesidad de obtener cuanto antes el pago de 2,3 millones de euros. "Nos comentó que comprende los problemas económicos que estamos pasando y nos instó a buscar una solución lo antes posible".

En otro sentido, el alcalde del municipio aseguró que le planteará a la conselleria utilizar la biblioteca para otras funciones, además de la conocida, "aunque no sabemos aún lo que vamos a hacer. Esperaremos a obtener más dinero del que nos deben y a hablar con algún conseller. Por ejemplo, el otro día le comenté a la consellera de Educación, María José Catalá, nuestro interés de utilizar la biblioteca para otras finalidades y no le pareció mala idea", remarcó el alcalde.

Y es que desde el consistorio han decidido mantener cerrado este edificio hasta que la conselleria pague tota la deuda o le busquen otra finalidad. "Queremos un documento firme de pago de las anualidades firmado por la Generalitat Valenciana", matizó Benlloch.

Por su parte, el consistorio no puede asumir el incremento de plantilla necesario para poner en marcha el edificio de Pío XII, para lo cual sería necesario un mínimo de 13,5 funcionarios frente a los 8,5 de los que dispone el servicio municipal, según los estudios técnicos al respecto. "Hemos decidido no trasladar los servicios de la biblioteca central al nuevo edificio hasta que, saldada la deuda, se disponga de los recursos económicos y el personal suficiente para prestar el servicio en condiciones de calidad", apuntó el concejal de Bibliotecas, Xus Sempere.

Un coste de cuatro millones

El convenio entre la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Vila-real se firmó el 11 de junio de 2007 y, a través de este acuerdo, el Consell se comprometía a pagar más de la mitad de la obra de la biblioteca en diferentes anualidades hasta el ejercicio 2012. Sin embargo, tal y como recordó el portavoz municipal, Javier Serralvo, "hace ya más de cuatro años y el consistorio vila-realense todavía no ha recibido ni un solo euro de los cuatro millones que costó la biblioteca y los ha tenido que asumir la ciudad de Vila-real".