El ex presidente de la diputación de Castelló, Carlos Fabra, vinculó la rentabilidad del aeropuerto al desarrollo de una veintena de planes de actuación integrada (PAI) que sumaban 40.000 viviendas. A estas alturas no se ha desarrollado ninguno de ellos y, ayer, representantes de entidades bancarias en Castelló advirtieron que a partir ahora no financiarán nuevos planes urbanísticos por ser inviables.

El director territorial de Bankia en Castelló, Salvador Lluch, y el director territorial de Ruralcaja en Castelló y Cataluña, Enrique Vidal, subrayaron en una conferencia en la UJI que el panorama bancario se va a regir por la ortodoxia financiera, es decir, se ha acabado la fiesta del crédito fácil de la etapa de las vacas gordas y los bancos y cajas sólo facilitarán dinero a empresas y particulares con garantías e invertirán en proyectos de indudable viabilidad. Así, las decenas de PAI con campos de golf proyectados en los años de vino y rosas pasan a mejor vida en las nuevas circunstancias económicas. El representante de Bankia achacó que estos PAI se promovieron en unas perspectivas de crecimiento que "ahora no se dan". A ello se añade el elevado stock de viviendas que acumula el sector bancario, lo que le impide financiar nuevos programas urbanísticos, añadió. El grupo Bankia ya ha traspasado a nivel global 4.500 viviendas y para 2012 espera desprenderse de otras 8.000. También ha soltado lastre con el aeropuerto de Castelló, donde participaba en la exconcesionaria. Cabe recordar que la provincia suma un stock de 20.000 viviendas, un volumen que al menos tardará dos años en ser absorbido por el mercado.

Los trámites de los PAI impulsados durante el gobierno provincial de Carlos Fabra prácticamente no avanzaron un ápice por los retrasos del Consell y, una vez la Generalitat empezó a aprobarlos, se dieron de bruces con el estallido de la burbuja inmobiliaria y con la consiguiente paralización del flujo crediticio.

Mejoría tras el verano

Los directores territoriales de Bankia y Ruralcaja, el director de Comunicación de Caja Rural de Castelló, Gustavo Llach, y el director de Inversiones del Instituto Valenciano de Finanzas, desgranaron los problemas que sufre el sector bancario, caso de la falta de liquidez, sobreexposición al sector inmobiliario, exceso de capacidad e inversión en deuda soberana.

No obstante, Lluch apuntó un posible repunte para el segundo semestre.

Bankia cierra 23 oficinas en Castelló

El proceso de uniones de cajas de ahorros y cooperativas rurales comportará una reducción del número de oficinas en Castelló. Bankia ya ha cerrado 23 sedes de las 135 que disponía en la provincia y el nuevo grupo de Cajas Rurales Unidas comportará una más que probable disminución de las 21 oficinas de Ruralcaja en la capital de la Plana (fusionada con Cajamar), dado que convivirán con las de Caja Rural de Castelló, que se ha integrado en el SIP de Cajamar. La reestructuración pretende mejorar la solvencia y la competividad de las entidades bancarias. Los expertos participantes en la conferencia en la UJI consideraron necesario un incremento del tamaño de la red de oficinas. Castelló cuenta con una oficina por cada 900 habitantes mientras la media en España es de una por 1.000 y en Europa de una por 5.000. Cajamar y Ruralcaja acordaron el martes su fusión, de la que también forman las cajas rurales de Almenara, Alqueríes, Nules, Burriana, Vilavella y Vilafamés. El director territorial de Ruralcaja afirmó que se mantendrán las oficinas en las poblaciones pequeñas y que se estudiará un ajuste en la capital de la Plana, donde el nuevo grupo saliente de la fusión convivirá con Caja Rural de Castelló (con otras 18).