Los impagos del Consell han llevado la Escuela de Hostelería del Grau de Castelló a una situación tan extrema que, a partir del lunes, el centro ya no podrá dar alimento a sus internados, que pese a ello ya habían pagado a la Generalitat la cuota por su manutención, según confirmaron ayer fuentes del instituto.

Esta circunstancia queda patente en la última circular que remitió el vicedirector y responsable del internado a los alumnos. "Se pone en conocimiento que, después de los acuerdos alcanzados en el claustro de profesores y consejo social del centro, celebrados el 18 de enero, y después de comprobar el relevé de existencias en el almacén: el centro sólo puede garantizar la pensión alimenticia los días 19 y 20 de enero, es decir jueves y viernes. Por lo tanto, se comunica que, a partir del lunes 23 y hasta que tengamos los recursos necesarios, no se podrán suministrar los desayunos, almuerzos y cenas, quedando el internado abierto para la pernoctación de aquel alumnado que lo requiera".

La pregunta surgió casi al instante de las indignadas miradas de los estudiantes: "¿Dónde está nuestro dinero?". Posteriormente, la junta de delegados de los alumnos manifestó que considera "gravísima" la situación, "ya que los alumnos han pagado su manutención por adelantado a la conselleria y ésta no ha ingresado el dinero a la escuela. Creemos que merecemos una respuesta por parte de la administración a esta pregunta".

La anulación del servicio de comida del internado es un paso más hacia la gravedad después de que el centro se viera obligado a suspender todas las clases prácticas de cocina, jornadas gastronómicas, banquetes y concursos. La Generalitat adeuda al centro desde hace meses 130.000 euros para los gastos mínimos de funcionamiento y el resultado ha llevado a una situación caótica: la deuda del centro con los abastecedores ya supera los 25.000 euros y los proveedores ya no pueden fiar más a la escuela porque tampoco tiene recursos.