Los toros como atractivo turístico. En época de recesión, las ciudades reinventan su oferta para atraer visitantes en busca de negocio. Esa es la clave que defiende la Asociación de Peñas Taurinas de Almassora (APTA) para promocionar la fiesta de los bous al carrer como revulsivo turístico. La localidad acudió por última vez a Fitur en 2010 para recortar gastos, tal como explican fuentes municipales. Sin embargo, los colectivos que patrocinan astados apuestan por otras fórmulas que divulguen el arraigo de la fiesta en Almassora.

El encierro patrocinado por el ayuntamiento reunió a 8.000 personas en la Vila para disfrutar de la carrera el pasado mes de mayo. En palabras, del presidente de las peñas, Juan Luis Marín, "muchas de ellas venidas desde lejos, que recorren, si hace falta, 300 kilómetros para estar ahí". Los Torrestrella congregaron en 2011 a un millar más de personas que los Sánchez de Ybargüen patrocinados por El Caragol 3 años antes. La afición por este tipo de actos ha ido calando entre los taurinos, que se nutren de estas citas a la espera de compromisos de más renombre, como Pamplona o San Sebastián de los Reyes.

Desde el consistorio explican que en la actualidad la promoción turística de Almassora se sustenta sobre siete atractivos: el Museu Municipal, el Museu del Joguet, el Museu Parroquial (pendiente de apertura para iniciar la ruta museística local), el patrimonio, las fiestas (las de Santa Quitèria están declaradas Fiestas de Interés Turístico Provincial), la playa y la naturaleza (con el río Millars como máximo exponente). El Patronato Provincial de Turismo y el propio ayuntamiento son los encargados de dirigir las acciones.

La APTA propone sumar a esta oferta de excelencias la fiesta de los bous al carrer, en la que colaboran económicamente tanto los taurinos como el resto de vecinos. Al margen de la cuestión monetaria y de que los encierros figuren entre los actos más multitudinarios de la semana de fiestas, también las exhibiciones vespertinas atraen a un público numeroso que no siempre es vecino de Almassora. Peñas y aficionados de municipios vecinos, y no tanto, se desplazan a diario para consumir el cartel de toros programado.

"Vienen a Almassora, comen o cenan aquí, conocen el pueblo y pueden recomendarlo a sus allegados y volver de nuevo más adelante. Por eso es una oportunidad de negocio promocionar todavía más esta parte de las fiestas", indicó ayer el presidente de las peñas taurinas. Si las dificultades económicas no permiten hacerlo en la actualidad, sí podría convertirse en una nueva línea de acción de cara al futuro, reconoció.

Reunión

El próximo lunes, las peñas taurinas de Almassora celebrarán su reunión mensual. En esta ocasión, los colectivos tendrán que confirmar si patrocinan en las dos ediciones de fiestas o sólo en una y si prevén unirse con otras peñas para el patrocinio de astados. El calendario obliga a cuantificar ya el número de toros que se exhibirán para evitar problemas a la hora de las emboladas.