La proliferación de desahucios de viviendas es una de las consecuencias más visibles por la crisis económica. Cerca de siete castellonenses pierden su vivienda al día por no poder asumir sus deudas con el banco, según datos de la plataforma de Afectados de la Hipoteca de Castelló, que ha incrementado su campaña de presión para conseguir que el Gobierno de Mariano Rajoy permita la dación de la casa en el pago de una hipoteca.

Así, un portavoz del colectivo presentó ayer una moción en la sede del Consell de Castelló dirigida a una veintena de municipios de la provincia para que la trasladen al Gobierno central. Esta iniciativa será remitida a los plenos de Benicarló, Burriana, Almassora, Vall d'Uixó, Vinaròs, Segorbe, Orpesa, Benicàssim, Peñíscola, Morella, Borriol, Alcalà de Xivert, Almenara, Nules, Xilxes, Moncofa, Vilafamés, Sant Joan de Moró, Onda y l'Alcora.

Los afectados en un desahucio no sólo pierden sus viviendas sino que también han de asumir una considerable deuda con la entidad bancaria, que les concedió un préstamo con un precio de la casa inflado. "Si la subasta queda desierta, con la ley vigente, el banco se adjudica la vivienda por el 60% del valor de la tasación y sigue reclamando el pago de la deuda restante, más los intereses y costas judiciales", subraya la plataforma. De ahí que reivindique una revisión de la ley hipotecaria.