Un triángulo de tesoros. Ese es el eje de ruta de los museos que ultima el equipo de gobierno de Almassora para poner en valor el patrimonio de la localidad durante la primavera. La promesa del Partido Popular verá la luz en cuanto finalice la distribución interior del Museo Parroquial, que perfila detalles de última hora. A este edificio se sumarán las salas del Museu Municipal y las colecciones expuestas en el Museu del Joguet para completar la oferta al visitante.

Una vez más, el entorno de la Vila se erigirá en centro de todas las miradas ya que el casco antiguo alberga los tres inmuebles que atesoran las colecciones. El Museu Municipal es el más veterano de los espacios incluidos en la propuesta. Sus salas exhiben desde hace décadas los restos extraídos del yacimiento del Torrelló del Boverot. El arqueólogo Gerardo Clausell se ocupa de la clasificación de los restos que, en fechas próximas, sumarán nuevos fondos hallados en las últimas excavaciones.

De momento, este patrimonio de reciente adquisición permanece en una nave de la calle Santa Quitèria a la espera del traslado al Museu Municipal. A escasos pasos de la calle San Vicente quedan a la vista del transeúnte los restos de la Murà, del siglo XIII. El edificio que toma su nombre, en la confluencia de la avenida de Burriana con la calle Tremedal, exhibe las colecciones de juguetes de la familia Arenós Agut desde finales de 2010.

En este primer año de andadura, un millar de personas han disfrutado de piezas únicas, mecanos y muñecas que ahora no figuran en las listas de preferencias de los más pequeños pero sí lo fueron para sus padres y abuelos. Debido a la ingente cantidad de piezas que acumularon los Arenós desde la segunda mitad del siglo pasado, la exposición va rotando para ofrecer mayor dinamismo a la muestra y mantener despierto el interés del visitante. El Museo Parroquial completa el circuito museístico previsto por el equipo de gobierno. El epicentro de este espacio es la iglesia de la Natividad, referente religioso del municipio. De hecho, junto a la casa abadía descansan ya los pasos de las cofradías en naves de reciente construcción. Pero, sin duda, el tesoro del arte sacro es el que conforman 25 piezas de gran valor que sitúan a Almassora como el tercer municipio de la provincia con el patrimonio religioso más valioso.