La basílica del Lledó de Castelló acogió ayer el tradicional paso de manto de la Candelaria, con motivo de la fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo. Centenares de bebés nacidos en 2011 y mujeres embarazadas acudieron al templo de la patrona para recibir su acogimiento y protección. El acto se realizó tras la celebración eucarística de las 11 horas, oficiada por el obispo de la Diócesis de Segorbe-Castelló, Casimiro López Llorente. Posteriormente, se bajó la imagen de la Mare de Déu del Lledó de su trono en el camarín hasta los pies del altar. De esta forma, las madres encinta, niños y los fieles que lo desearon, pudieron pasar por el manto de la patrona de Castelló, además de tocar y besar la reliquia que se puede ver tras un pequeño cristal.

Los diferentes pasos de mantos que se celebran a lo largo del año en la basílica a cargo de las Camareras de la Cofradía del Lledó, congregan a una gran cantidad de devotos a los pies de la patrona. Pero sin lugar a dudas, el paso de manto que más cantidad de fieles reúne cada año es el que tiene lugar para la Candelaria.

Madres gestantes y niños nacidos a lo largo del año 2011, se dieron cita en la basílica para pasar por el manto de la Lledonera y así, de esta forma, que la Virgen los ampare y guarde bajo su protección. En esta ocasión, la misa estuvo cantada por la coral Veus de Lledó y, al finalizar, se hizo entrega de un diploma conmemorativo.

En el acto también participó el prior Josep Miquel Francés. El paso por el manto de la Virgen del Lledó es una de las celebraciones más emotivas que tienen lugar en la capital de la Plana. Tanto para las madres, como para las mujeres que los serán en breve, se trata de un acto muy especial ya que acuden a la patrona en un momento de la vida en el que más protección se necesita. Además, la imagen de la Virgen solamente abandona su camarín cuando tiene lugar este acto.