El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, no cerró ayer la puerta a la posibilidad de introducir fórmulas de copago para poder garantizar los servicios públicos. Preguntado sobre el copago en la entrevista concedida a la cadena Ser, Fabra hizo hincapié en la necesidad de equilibrar gastos e ingresos y admitió que si las reformas puestas en marcha no son suficientes "habrá que buscar fórmulas contando con la complicidad y el esfuerzo de todos". "Lo importante -subrayó- es que podamos pagar el Estado de Bienestar". Fabra reconoció que la situación de las finanzas de la Generalitat es "complicada" y la atribuyó al déficit de financiación que ha vivido la Comunitat Valenciana durante años.

Según dijo, esta situación obligó al endeudamiento para evitar que los valencianos fueran ciudadanos de segunda. "¿No ha habido problemas de gestión?", le inquirió el periodista Carlos Francino. Fabra evitó cuestionar la herencia de Francisco Camps y mantuvo que simplemente se había gestionado y gastado de manera distinta porque la situación era diferente. "Las cosas se hacían de otra manera", indicó.

Ahora bien, Fabra confesó que la falta de liquidez estaba trasladando una imagen negativa de la Comunitat Valenciana y se refirió al retraso en los pagos y, en concreto, a los problemas de algunos centros escolares para sufragar los gastos de calefacción. "Yo como padre, también me manifestaría", indicó tras hacer alusión a las polémicas fotografías de los estudiantes arropados con mantas durantes las clases y al ser preguntado si entendía las quejas y las protestas de los ciudadanos. "No podemos dar sensación de que no llegamos a cosas que son fundamentales", indicó el presidente de la Generalitat.

Las palabras de Fabra sobre el copago fueron ayer criticadas por la oposición. La diputada de EU en las Corts Marina Albiol lo acusó de "mentir descaradamente" al recordarle que el grupo popular votó contra el copago en la Cámara valenciana.

Alberto Fabra defiende a Camps

Por otra parte, el presidente de la Generalitat se empleó ayer a fondo para tratar de suavizar el descontento interno que vive el partido tras las últimas decisiones acordadas en el Palau de la Generalitat, un malestar que ha coincidido en el tiempo con la absolución del exjefe del Consell, Francisco Camps, en la conocida como la causa de los trajes. Algunos sectores del PP han manifestado su disconformidad con Fabra por una política que consideran de "tierra quemada" con respecto a la anterior gestión liderada por Camps. Fabra, quiere evitar caer en una dinámica sucesoria parecida a la que se vivió en época de Camps entre campsistas y zaplanistas, por lo que está intentando conectar más con el partido y reconciliarse, al menos de cara a la galería, con el exjefe del Consell.

La jornada de ayer estuvo orientada a este objetivo. Por la mañana, Fabra mantuvo un encuentro con diputados y senadores nacionales en la sede del PPCV en el que defendió los recortes acordados y puso en valor la figura de Camps.

Según varios de los presentes, Fabra insistió en que la oposición debe disculparse por haber vilipendiado a Camps. El presidente recalcó que Camps "es un activo" para la Comunitat Valenciana porque ha logrado que sea "una comunidad autónoma no sólo respetada, sino en muchos casos envidiada".