Durante la mañana de ayer lunes operarios de la empresa Facsa iniciaban los primeros trabajos del vallado del puerto de Benicarló, una reivindicación que de la Cofradía de Pescadores le remitió al Director General de Puertos, Carlos Eleno, en la última visita realizada a las instalaciones el pasado mes de noviembre. El vallado consistirá en cercar el perímetro del puerto desde la zona de casetas donde guardan los aparejos de pesca, hasta la lonja y la zona donde amarran las embarcaciones, para evitar los robos que desde hace meses están sufriendo los pescadores dentro de sus propias barcas.

Como apuntaba José Manuel Tomás, presidente de la Cofradía, "las entradas y salidas se realizarán por tres puertas, dos eléctricas y una manual", aunque el problema radicará en quién lo hace, y quién no. Tomás explicaba que tendrá acceso "el personal autorizado", como pescadores y patrones a través del sistema que se establezca, y luego la Cofradía regulará el acceso a visitantes, "como personas que ayudan a las barcas a descargar, la gente de la población, y visitas de excursiones programadas".

El nuevo sistema de acceso quiere acabar con todo tipo de robos, desde los más pequeños y que se han vuelto constantes, hasta los que se han producido en los últimos meses, de cuantía más elevada. "Queremos evitar que los pescadores descarguen la mercancía y la dejen encima de los carros, y a la que se dan la vuelta, les falte media caja", detallaba Tomás, "incluso nos hemos encontrado que han robado el pescado que los trabajadores se dejaban listo, limpio y preparado para el día siguiente, en sus neveras".

Y es que el puerto ha permanecido siempre abierto a todos, pero con la situación que se vive de manera casi diaria, la Cofradía ha tenido que tomar esta determinación, una apuesta que hace tres meses Eleno desechaba afirmando que "se estudiarían otras opciones", pero que finalmente ha tenido que aplicarse. "Han desaparecido en las últimas tres semanas, dos ordenadores de una misma embarcación, y hace seis semanas, robaron dos más, también se llevan emisoras de radio y otras herramientas de trabajo", apuntaba Tomás, que indicaba que los ladrones "aprovechan el intervalo de descanso del guardia de seguridad que tenemos para, en menos de una hora, llevarse lo que pueden".

"Vallando el puerto, será más difícil que se produzcan robos porque tanto nosotros como la Guardia Civil podremos realizar una mejor vigilancia", señalaba el presidente de los pescadores.

Las obras están cofinanciadas por la Conselleria de Pesca y la Cofradía. A estos trabajos, que finalizarán en poco más de dos meses, se les suma las de dragado que se están realizando ya en la bocana de acceso al puerto, y que cuentan con un presupuesto de 400.000 euros también financiado por el Consell. La arena extraída del fondo marino se está depositando en la playa del Morrongo, y también servirá para regenerar el Barranquet.