La Generalitat Valenciana también aplicará un recorte sin precedentes en los 8 parques naturales de Castelló y ha forzado a todo su personal técnico (cerca de medio centenar) a rebajarse el salario en más de un 25%, aunque no ha rebajado el sueldo de directivos y altos cargos de designación política, según confirmaron fuentes próximas a la Conselleria de Medio Ambiente.

Las mismas fuentes precisaron que la maniobra del Consell y de la empresa pública Vaersa les ha obligado a aceptar un nuevo contrato temporal de 9 meses que permite su despido en verano -a cambio de una supuesta reincorporación después de tres meses-.

Eso sí, a pesar de los supuestos sacrificios predicados por los responsables políticos del Consell, este nuevo ajuste sólo ha rebajado el sueldo de los trabajadores y técnicos cualificados, pero no el de directivos y altos cargos que cobran retribuciones más sustanciales -incluso de entre 3.000 y 4.000 euros- sin tener ningún tipo de cualificación sobre gestión de recursos naturales.

De hecho, la tónica de la mayoría de los parajes naturales castellonenses es la colocación de personas sin estudios vinculados con el medio ambiente y afines al partido del Gobierno Valenciano (en este caso Partido Popular) al frente de la gestión de espacios naturales protegidos

En la provincia de Castelló, los parques afectados por el recorte del Consell son la Tinença de Benifassà, la Serra d'Espadà, la Serra d'Irta, les Illes Columbretes, el Desert de les Palmes, el Prat de Cabanes-Torreblanca, el Desert de les Palmes, Penyagolosa y la Serra Calderona (cuyo territorio se ubica en su mayor parte en la provincia de Valencia).

Según explicaron fuentes próximas a Vaersa, la entidad sorprendió en pleno mes de diciembre a sus trabajadores con una doble jugada. La empresa respondió al fin a las demandas judiciales de decenas de empleados -algunos de ellos trabajando hasta 20 años como eventuales-, que reclamaban su condición de indefinidos. Como contrapartida, al mismo tiempo, Vaersa invitó a sus empleados a una innegociable reducción de jornada y sueldo del 25% y a una modificación del contrato que acababa de consolidar.

Finalmente, la mayor parte de los trabajadores ha cedido a lo que muchos consideran un "chantaje" y aceptaron un cambio de contrato como única salida para no perder su empleo, que en varios de los casos también llevaba aparejados una dedicación y un compromiso casi sentimental con el espacio natural.

De forma paralela, la Conselleria de Infraestructuras y Medio Ambiente ha abierto aún más la herida en los presupuestos para mantenimiento y mejora de los parajes naturales castellonenses, que en algunos casos han llegado a experimentar ajustes de hasta el 40%.

Por ejemplo, el Consell ha reducido en más de 36% el presupuesto de la Reserva Natural de les Illes Columbretes y rebajará de 676.500 a 436.900 euros la consignación para la protección y gestión de la superficie terrestre del archipiélago.

De igual modo, la conselleria ya había rebajado en un 18% su presupuesto para el Plan de Prevención de Incendios Forestales en el Parque Natural de la Serra d'Espadà. Estas situaciones se están replicando con un efecto dominó en los diferentes espacios protegidos de la provincia; uno de los mayores valores naturales, socioeconómicos, culturales y turísticos de Castelló.