La Generalitat confirmó ayer que la plataforma de viraje del aeropuerto de Castelló es pequeña y que es necesaria ampliarla para cumplir los requisitos de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). Ello obliga a ejecutar nuevas obras, cuyo coste el gobierno valenciano pretende repercutir en Concesiones Aeroportuarias, la empresa privada a la que encargó la construcción y gestión de las instalaciones para luego rescindirle el contrato.

Desde la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunitat Valenciana (Sptcv) -de la que depende Aerocas, promotora pública del aeropuerto- señalaron que la Generalitat "es conocedora" de la necesidad de ampliar la plataforma de viraje de la pista del aeropuerto para que puedan operar aviones más grandes. Las mismas fuentes justificaron que en su día se pidió a Concesiones Aeroportuarias la ejecución de unas obras que, sin embargo, "todavía están pendientes". ¿Quién va a asumir la realización de estos trabajos? Desde la Sptcv manifestaron su intención de vincular la reforma-y la inversión necesaria- al acuerdo económico que se está negociando con la concesionaria para rescindir el contrato. El objetivo es que la ampliación de la plataforma de giro "no cueste nada a las arcas públicas".

De estas explicaciones se deduce que la Generalitat, a través de Aerocas, podría asumir la ejecución de las obras y descontar el coste de las mismas de la indemnización que tendrá que pagar a la concesionaria por haberle arrebatado la explotación del aeropuerto. La empresa pide 80 millones de euros, que es lo que dice haber invertido. Si no hay acuerdo, decidirán los tribunales, ya que Concesiones demandó a la Generalitat por incumplimiento de contrato.

Más incertidumbre

La deficiencia en el aeropuerto destapada ayer por Levante de Castelló deja aún más en el aire su puesta en marcha. La zona de giro de los aviones incumple los requisitos de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), que exige unas dimensiones mayores para que puedan operar aeronaves de diverso tamaño. Con carácter urgente hay que acometer nuevas obras en la cabecera de la pista de aterrizaje, ya que se trata de una actuación ineludible para la obtención de los permisos.

La plataforma de viraje está emplazada en el tramo final de la pista (en forma de T) y está concebida para que los aviones, una vez en tierra, puedan hacer un giro de 180 grados para dirigirse a la zona de estacionamiento. Como relató ayer este periódico, a lo largo de la construcción del aeropuerto se debatió si las dimensiones previstas en el proyecto se ajustaban a la normativa. Hubo técnicos que defendieron que las medidas eran correctas, mientras que otros consideraron que era necesario dar más espacio. Ante las dudas, se planteó una consulta a AESA, que determinó la necesidad de ampliar la plataforma para que pueda acoger aviones más grandes.

Está previsto que los técnicos de AESA visiten este mes el aeropuerto de Castelló. Se encontrarán con obras por ejecutar, algunas de las cuales son ineludibles para la autorización.