La Guardia Civil ha imputado a un vecino de la localidad de Vall d'Alba como presunto autor de un delito de maltrato de animales domésticos, según informaron fuentes de este cuerpo policial.

La imputación se produjo en el marco de las investigaciones y controles preventivos que realiza el Seprona (Servicio para la Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil para evitar el maltrato de animales domésticos.

Fruto de estas investigaciones se localizó una finca en la que el arrestado tenía cuatro perros de caza vivos, hacinados en instalaciones sin condiciones higiénicas ni sanitarias, y sin espacio para su movilidad. Asimismo tenía a los perros sin registro ni identificación, alimentándoles con restos y vísceras de otros perros supuestamente muertos por la falta de condiciones de salubridad.

Tras comprobar las condiciones en las que vivían los animales se imputó a R.B.P., de 62 años, por un supuesto delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos al entender que se ocasionaron daños o sufrimientos innecesarios a los animales.

Los agentes inspeccionaron las condiciones higiénicas del recinto e impusieron también un acta por este motivo. El imputado deberá ahora comparecer ante el Juzgado de Guardia para prestar declaración por estos hechos. Con el Código Penal en la mano, podría ser castigado a penas que van desde los tres meses al año de prisión, según fuentes próximas a la investigación.

No es el primer caso de brutalidad contra los animales que se investiga en Castelló. En abril del pasado año se descubría que numerosos animales de una granja ubicada en Catí vivían en condiciones lamentables, hasta el punto de que los perros se alimentaban con cadáveres de vacas y algunos caballos desfallecieron de inanición. El dueño de la explotación fue detenido e imputado por un delito de maltrato de animales, después de que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Sant Mateu descubriera el estado en el que se encontraban los perros, equinos y ganado bovino.

Además, hace apenas dos años la Guardia Civil de Castelló arrestaba a un hombre de 81 años como supuesto autor de un delito de maltrato animal por intentar ahorcar a un perro en un pino situado en la urbanización La Perdiz de Borriol.

El hombre fue detenido, después de que un vecino de la localidad de Borriol informase telefónicamente de que alguien estaba ahorcando a un perro de raza podenca en la rama de un pino. El testigo trató de entablar una discusión con él, pero se marchó en un vehículo todoterreno, según explicó la Guardia Civil.