Estos días, quien tiene que refrescar una botella de vino rápidamente no la introduce en la nevera, la saca a la serena. El comentario tiene sentido en todo el interior de Castelló que ayer volvió a registrar temperaturas gélidas: -10 en Herbés y la Pobla de Benifassà, -9 en Vilafranca, Vistabella y Pina de Montalgrao, -8 en Barracas, -7 en Portell, -6 en Vallivana, -6,3 en Jérica, -5 en Alfondeguilla, y así un largo recorrido de registros negativos.

El frío está azotando con fuerza a los pueblos del interior. Estos días la sensación térmica no es tan baja como en anteriores, cuando el viento soplaba con más fuerza, pero las bajas temperaturas empiezan a calar entre los habitantes del interior. Alfondeguilla, incluso, ayer amaneció con fuentes congeladas y cañerías rotas.

Lo cierto es que las mínimas negativas no dejan de sucederse e, incluso, las máximas en las horas centrales del día no son excesivamente altas. De hecho en Herbés la máxima de ayer fue de -2,6. La situación gélida parece que continuará. Más allá de si de madrugada se baja a -9 o -5 lo cierto es que el frío no deja de condicionar la vida en los pueblos. Pese a las bajísimas temperaturas en Todolella o Portell no se amilanaron y celebraron Sant Antoni. Mientras, en la feria de la trufa de Albocàsser, además de preguntar por el preciado manjar, otros se interesaban por la cáscara de almendra como combustible para las calefacciones. Y es que Albocàsser si algo tiene son almendras.

Si en enero algún almendro parecía con ganas de florecer a mediados de febrero las flores han hecho sólo intención.

Al asomar al exterior han preferido resguardarse hasta que los aires del Norte se retiren y las temperaturas suban.

La provincia se mantuvo en alerta amarilla y en la capital de la Plana la mínima fue de 0ºC y la máxima de 12 ºC. Para hoy se esperan heladas moderadas en el interior y débiles en el litoral en una jornada que las temperaturas máximas subirán de forma ligera.