La primera denuncia presentada contra un establecimiento de las tascas por presunto consumo de alcohol en la calle acrecienta la amenaza que pesa sobre la supervivencia de la singularidad de esta zona tradicional de Castelló, que respalda la mayor parte de la ciudadanía y la totalidad de los grupos políticos con representación municipal.

Las tascas suman tres semanas sin poder servir alcohol en la vía pública. El 29 de enero entró en vigor la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que invalida el artículo de la ordenanza de convivencia que regulaba la ingesta de bebidas alcohólicas en el exterior de las calles que concentran las tascas. Desde entonces, las tascas han dejado de expender botellas de vidrio al exterior y sirven como alternativa en vasos de plástico a los clientes que quieren continuar bebiendo en la calle. La unidad policial dispuesta por el ayuntamiento para velar por el cumplimiento del fallo respeta los vasos de plástico y vigila que no se beba en cristal. Hasta ahora, la situación en las tascas transcurría con normalidad, pero una reciente denuncia presentada contra un local ha perturbado la tranquilidad de la zona, que con los vasos de plástico están logrando aminorar los efectos negativos de la prohibición. De momento, sólo ha sido una denuncia, confirmada por el propietario del establecimiento. La multa podría ascender a los 150 euros.

Los locales se esmeran para evitar que se expenda bebidas alcohólicas en el exterior, pero la importante afluencia de público a este punto complica el control de todos los clientes.

Los propietarios confiaron ayer en que esta prohibición acabe cuanto antes y que las tascas mantengan la excepcionalidad que iniciaron hace más de 30 años. "Es absurdo lo que está pasando", manifestó un hostelero. Los locales temen perder un 50% de ingresos por esta prohibición.

La singularidad de las tascas permanecerá sin su cobertura legal hasta que el ejecutivo local apruebe la modificación de la ordenanza. El pleno del 27 de enero inició el proceso de revisión, que incluye la condición que exige el TSJ. El trámite se encuentra en el plazo de presentación de alegaciones y la corporación municipal confirmará en abril la nueva ordenanza que pretende garantizar la continuidad de las tascas. Castelló Sense Soroll todavía no ha desvelado si presentará alegaciones, aunque todo hace indicar que lo hará, pues el objetivo de la entidad, impulsora del recurso al TSJ, es acabar con el modelo tradicional de las tascas. Sense Soroll también considera la ingesta actual en vaso de plástico vulnera la ley.