El congreso nacional del PP celebrado este fin de semana en Sevilla ha puesto de manifesto la cruda realidad de que el jefe del Consell, Alberto Fabra, está muy lejos de controlar la organización valenciana. A dos meses de la celebración del cónclave regional en el que Fabra aspira a legitimar la presidencia del partido que hace siete le cedió Francisco Camps, el camino se antoja lleno de baches. De ahí que ayer y tras el convulso congreso de Sevilla, el jefe del Consell se esmeró en tratar de aplacar a los críticos y desactivar una posible "rebelión".

Fiel a su talante conciliador y consciente también de que está todavía lejos de poder dar un golpe encima de la mesa, el presidente optó por tratar de restar importancia a los incidentes vividos el fin de semana, aunque dejando claro que él es quien nada ahora y quien tiene la bendición de Génova. Fabra recuperó ayer su agenda institucional como jefe del Consell con una visita a Castelló, pero su actividad en clave interna fue intensa.

Contactó por teléfono con el presidente de la diputación, Alfonso Rus, que ayer se encontraba en Xàtiva, para pedirle aclaraciones sobre los supuestos comentarios despectivos que vertió sobre Mariano Rajoy y Dolores de Cospedal en una cena en Sevilla el viernes por la noche. Fabra también habló, según ha podido saber este diario, con Lorenzo Agustí, quien se está moviendo para tratar de ganar apoyos para postularse como alternativa de Fabra en el cónclave regional de abril.

El alcalde de Paterna no tiene prácticamente ninguna opción, si bien dirigentes de peso del PPCV admiten que podría convertirse en un problema si esta hipotética candidatura concentra el voto de los descontentos. En este abigarrado grupo de críticos hay que incluir a los campsistas de Alicante, quienes molestos con el pacto alcanzado entre Fabra y los ripollistas, están alentando la vuelta de Francisco Camps.

Aunque desde Presidencia de la Generalitat se resta credibilidad a esta posibilidad, lo cierto es que el exjefe del Consell está cada vez más enfadado con Fabra y con Génova. Según algunas fuentes podría estar pensando en serio tratar de recuperar las riendas del partido.

La otra cara del problema es Castelló y, en concreto, Carlos Fabra, a quien se le atribuye el plante que una parte de los delegados de la provincia dieron a Fabra el sábado al abandonar el plenario cuando el jefe del Consell se disponía a presentar la ponencia de estatutos. El documento afecta al expresidente de la diputación de Castelló. Ambos coincidieron en un acto en Burriana y hablaron durante diez minutos.

Con anterioridad, en declaraciones a la prensa, Fabra restó importancia al plante de compromisarios de Castelló e incluso dudó se que se produjera. "Eran las diez de la mañana cuando hice mi defensa de los estatutos y no vi nada de eso, lo he leído en la prensa, y algunas de las personas de las que se habla me han dicho que en absoluto.

No voy a valorar algo que yo creo que no se ha producido", añadió. Fabra destacó el hecho de el PPCV ha logrado mantener su cuota en la ejecutiva nacional Preguntado sobre si se abrirá expediente disciplinario a Carlos Fabra, dijo desconocer qué ocurrirá ya que primero ha de reunirse el comité de derechos y garantías.